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Pintadas vandálicas afean la calle más transitada de Vigo

Negocios y viviendas antiguas de la peatonal de O Calvario están llenos de grafitis | Los comerciantes: “Aparecen por todos lados”

Un establecimiento cerrado de compraventa de oro, con una pintada gigante.

Muy pocos lo saben, pero la calle peatonal del barrio de O Calvario es la más transitada de toda la ciudad. Desde las 8:30 horas se puede ver gente, y el tráfico humano es continuo hasta prácticamente la noche, cuando cierran los comercios. El encanto de esa calle es indudable: siempre llena de gente, con comercios locales de todo tipo, supermercados, panaderías, fruterías y, cómo no, el histórico mercado de O Calvario. El ambiente de barrio que allí se respira atrae a diario a docenas de personas de otras zonas de la ciudad, que acuden a esa parte peatonalizada de Urzáiz para hacer sus compras diarias o realizar cualquiera de sus gestiones, porque allí hay también sucursales de las entidades bancarias más conocidas. Pero parece que hay gente que sigue empeñada en deslucir alguna de los rincones de Vigo con más encanto. Y es que especialmente al comienzo de la calle peatonal, entrando desde Gregorio Espino, las pintadas vandálicas son una constante.

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Clamor en el Calvario contra las pintadas en peatonal más transitada de Vigo Ricardo Grobas

Es algo prácticamente automático: cuando cierra definitivamente un negocio, al día siguiente en su puerta aparecen grafitis. Es el caso, por ejemplo, de una relojería y en establecimiento de compraventa de oro, que ya no están activos y están asolados en su exterior por pintadas vandálicas. Pero el problema no es solo que los gamberros actúen en establecimientos cerrados, también lo hacen en comercios que están funcionando. Por ejemplo, en la panadería Porto. En la verja hay una firma enorme de un grafitero. “Si fuese una cosa bonita, aún lo aceptaríamos, pero no es el caso, es simplemente una firma gigante. Ya no la limpiamos porque seguro que la pintarían de nuevo”, explica María del Carmen Palmás, encargada de esta panadería que lleva quince años en esta calle.

En este sentido, los que apuestan por limpiar las pintadas, a los pocos días vuelven a aparecer. Como ocurrió en SY&CO, una tienda de bolsos y maletas ubicada en el corazón de la zona peatonalizada de Urzáiz. Limpiaron la firma de un grafitero en una zona de su pared exterior y al poco tiempo apareció otra pero en otra parte, por lo que decidieron dejar de intentar limpiarlas al saber que es una batalla perdida. “Las limpias y aparecen en otro lado. Por culpa de estas pintadas en la calle la zona se ve descuidada pese a ser una de las que tiene más encanto de Vigo. Hay que tener en cuenta que aquí desde primera hora de la mañana hasta la noche pasa gente continuamente, es una calle con mucha vida”, explica Ana Ferreira, empleada de esta tienda.

El problema es que los vándalos actúan por la noche, al igual que lo hacen en otras zonas de la ciudad como Bouzas o Churruca, y de esta forma es prácticamente imposible identificarlos salvo que la Policía los coja con las manos en la masa. Uno de los casos más flagrantes es el del kiosco regentado por Teresa Barriuso, una pequeña caseta ubicada a pocos metros del mercado y que vende periódicos y revistas. No hay un rincón en el que no tenga una pintada. “Tenemos este problema desde hace tiempo. Pero no nos pasa solo a nosotros, es en toda la calle. Dejan grafitis por todos lados, en persianas, puertas, ventanas... Aunque bueno, esto ni siquiera son grafitis que merezcan la pena, son únicamente pintadas de vándalos”, explica José Luis Pampín, que ayer estaba despachando en este kiosco.

El problema es que esas pintadas se extienden también a otras calles aledañas, como Jenaro de la Fuente o Numancia, y también han aparecido algunas en la calle Aragón.

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