Cierre perimetral de una “almendra” de cuatro municipios alrededor de Vigo; bares que solo pueden abrir (si lo hacen) hasta las cinco de la tarde; sin atracciones navideñas en la ciudad más allá de las luces en las calles. El día de Navidad de ayer fue ayer, para los vigueses, muy distinto al de otros años, pero son muchos los que no renuncian a disfrutar de la jornada, en la que, además, lució el sol, aunque con temperaturas bajas. Mientras el centro urbano aparecía semivacío durante la mañana, el paseo de Samil y la propia playa se convertían a esas mismas horas, en el centro neurálgico de la ciudad, con cientos de vigueses disfrutando de los invernales rayos solares de ayer. Y los que más gozaban al aire libre eran los más pequeños, que podían estrenar los juguetes que Papá Noel dejó bajo el árbol de navidad. Bicicletas, patinetes y algún que otro balón era lo que más se podía ver por las calles.

La animación matutina de Samil se fue desplazando a la ciudad a medida que avanzaba el día. A mediodía, las terrazas mostraban notable animación, especialmente en el Casco Vello, aunque sin llegar a las aglomeraciones de jóvenes registradas por momentos 24 horas antes, el día de Nochebuena en zonas como la plaza de Compostela, el Náutico o Churruca. La Policía Local recibió quejas vecinales y tuvo que intervenir en algunos casos.

El entorno de Policarpo Sanz, donde se levanta este año el árbol de navidad gigante, pasó a ser, en la tarde-noche, el punto de atracción, no solo por el espectáculo que supone la iluminación festiva de la ciudad, sino porque el Concello decidió animar la jornada de Navidad con un concierto a cargo de Rosa Cedrón, con aforo limitado a unas 300 personas, sentadas y separadas, y retransmitido por streaming. La cantante y sus músicos acompañantes fueron presentados por el alcalde, Abel Caballero, que hizo una “pequeña confidencia”. Escribió su novela “La elipse templaria” con el disco “Plenilunio” de Rosa Cedrón como telón sonoro de fondo.

La climatología que ayudó a animar la jornada solo se mantiene hoy, último día del año para disfrutar del anticiclón, eso sí, con frío, no más de 13 grados –igual que ayer– de máxima en Vigo. Las predicciones de Meteogalicia alertan de que “la influencia anticiclónica se pierde el domingo y la situación estará marcada por la entrada de una masa de aire ártico marítimo, por lo que la próxima semana comenzará con alta probabilidad de lluvia”, que se sumará a lo ya acumulado en estas últimas semanas.