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El confinamiento no incita al plagio

El grupo Cudeco, que estudia la copia en el sistema universitario gallego, hizo un estudio específico en cuarentena: estudiantes y profesores perciben menos prácticas deshonestas

Alumnado en clase de Económicas. Alba Villar

Los meses de confinamiento no incitaron al plagio a los universitarios gallegos. Es más, alumnos y profesores percibieron menos prácticas deshonestas. El grupo Cudeco, que reúne a investigadores de la UVigo, USC y UDC con el objetivo de analizar las características y la copia académica decidió llevar a cabo un estudio piloto durante la cuarentena para conocer sus efectos. Y los resultados de las encuestas, que por ahora solo ha terminado de procesar A Coruña, indican menos conductas de este tipo, así como un aumento de la valoración negativa por parte de los estudiantes.

El primer informe realizado con financiación de la Consellería de Educación incluyó 9.000 encuestas anónimas de alumnos gallegos de grado y máster de todas las ramas de conocimiento en el curso 2018/19. Los estudiantes admiten que incluyen en sus trabajos fragmentos de textos de páginas web, libros, revistas o apunte sin citar adecuadamente las fuentes. Pero la copia íntegra, que consideran una práctica más grave, es poco habitual.

“El propósito final es mejorar la labor docente y la formación de los alumnos. Hemos diseñado un cuestionario ad hoc de coincidencias en trabajos académicos para conocer la percepción del plagio en el sistema universitario gallego. Tras el primer informe encargado por la Xunta, en el curso 2019/20 también incluimos a los alumnos de las tres escuelas de doctorado para completar el análisis. Pero durante el confinamiento surgió la idea de analizar cómo estaba afectando la situación y lo adaptamos. Lo enviamos de manera electrónica y también incluimos a los profesores para tener su visión”, explica Camilo Ocampo, responsable del equipo Cudeco en la UVigo.

La idea surgió en el grupo de la Universidad de A Coruña de Jesús Miguel Muñoz Cantero, que es el coordinador de esta red gallega. Y ya han obtenido los primeros resultados a partir de las respuestas enviadas durante el confinamiento por casi 1.200 alumnos y un centenar de profesores.

“El plagio no supone un problema grave en las universidades gallegas. No es algo que esté generalizado. Sí se producen copias de pequeños fragmentos que lo atribuimos en mayor medida a que no saben citar. Y el confinamiento no aumentó estas prácticas”, destaca la investigadora de la UDC Eva María Espiñeira.

La mayoría de los entrevistados podían conectarse de forma telemática y un 7% estaba afectado por un ERTE. “Muchos alumnos trabajan, pero es la primera vez que detectamos esta variable en las encuestas”, apunta la experta.

Durante la cuarentena, los estudiantes mantuvieron la valoración positiva de las medidas tomadas por los profesores para evitar el plagio. “La parte negativa es que las actividades de formación para aprender a citar correctamente las fuentes no se pudieron impartir en todos los casos debido a la irrupción de la pandemia”, explica Espiñeira.

La valoración del plagio fue más negativa durante el encierro y además los alumnos mejoraron la percepción sobre sus iguales: “En el primer informe contestaban que ellos no copiaban, pero sí atribuían estas prácticas a sus compañeros. Sin embargo, en el confinamiento hay un cambio grande en esta parte del cuestionario. Puede ser debido a que lo ignoraban o a que todos tenían más tiempo para hacer los trabajos y más relajados en casa”.

También las causas para explicar por qué copian variaron durante la cuarentena. La falta de tiempo y la sobrecarga de trabajo eran los factores más mencionados por los universitarios gallegos, pero en el confinamiento las razones tenían un cariz más personal. “La primera fue la sensación de estrés y la segunda la falta de motivación”, revela Espiñeira.

“En este proyecto piloto también les preguntamos si habían comprado trabajos por internet, pero, según la encuesta, no realizaron esta práctica. Es una de las preocupaciones actuales y la vamos a incorporar en otros estudios”, avanza.

Por su parte, el centenar de profesores encuestados constató que no se produjo un aumento del plagio durante el confinamiento. “Tanto los alumnos como los docentes pertenecían a las cinco ramas de conocimiento y la proporción por cada una de ellas estaba muy equilibrada”, apunta la investigadora y docente.

Espiñeira relaciona los resultados obtenidos con el esfuerzo realizado en el sistema universitario gallego para adaptarse a la teledocencia. “Hubo un trabajo muy grande por parte de estudiantes y de profesores para sacar el curso adelante. Mi sensación personal como profesora es que los alumnos se esforzaron mucho más. Disponían de más tiempo para mejorar sus trabajos y, como las clases se grababan, tenían más oportunidades de verlas. En general, yo creo que en las universidades gallegas no se regaló el aprobado, las notas fueron merecidas”, destaca.

Una vez que procesen todas las encuestas, los investigadores del grupo Cudeco entregarán los resultados a la Consellería de Educación. Y además de seguir elaborando estos informes, tienen previsto empezar a desarrollar acciones formativas en las universidades, por ejemplo, para citar las fuentes y citas de manera correcta.

“También es necesario seguir trabajando en la elaboración de normativa que establezca cómo proceder en caso de plagio y que establezca unas reglas claras”, añade Espiñeira.

Las tres universidades gallegas cuentan con sistemas antiplagio para supervisar las tesis o trabajos fin de grado de los alumnos. Y según las encuestas los alumnos están de acuerdo con la imposición de medidas coercitivas y punitivas a los compañeros que copien. “Desde Cudeco apostamos por las medidas formativas para evitar que lleguen a producirse esas prácticas”, comenta Espiñeira sobre su filosofía de trabajo.

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