Un juicio nulo y tres suspensiones después, la vista contra Marino Giménez –uno de los hermanos del líder del clan de los morones, Sinaí Giménez– y cinco acusados más del robo de un alijo de droga a un grupo arousano se celebró ayer en la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo. Todos los encausados reconocieron los hechos a excepción del agente de la guardia civil que presuntamente habría colaborado con ellos, según el escrito de la Fiscalía, y un sexto acusado que se encuentra fugado de la justicia y declarado en rebeldía.

Con esta confesión, Giménez y sus tres socios lograron una reducción de la pena inicial solicitada, pudiendo incluso evitar el ingreso en prisión.

Por su parte, el guardia civil que presuntamente integraba el grupo negó su vinculación con los hechos. “Tuve reuniones con Marino para vernos sí, pero no acordamos nada”, declaró ayer. El juicio continúa mañana con la práctica de la prueba.