En una comida del equipo en casa del director del club, otra entrenadora comentó que una deportista le había mandado fotos de su pierna lesionada. El acusado habría comentado "si está en bragas yo también quiero verlas". Una de las chicas encontró el comentario fuera de lugar y al día siguiente se lo comentó en el colegio a su compañera, que replicó "pues si supieras lo que me ha pasado a mi". Como estaban en clase le escribió una nota relatando los tocamientos y presuntos abusos sexuales. La joven le aconsejó contárselo a sus padres: "No es normal que te toque las tetas". Esta amiga envió a la madre de la víctima una imagen de la nota con el relato de lo ocurrido.

La madre de la niña acudió a comisaría y le aconsejaron que si quería ir al entrenamiento, hiciera vida normal para no alertar al investigado. La progenitora contó la situación a un joven deportista que había sido novio de la adolescente para que vigilara. Tres días después recibió un mensaje: La menor se había lesionado y el entrenador la llevaba al vestuario. Cuando la madre entró, vio al acusado con un dedo dentro de la braguita de su hija. Él indicó que le daba un masaje en un músculo en la ingle.

Compañeras del equipo pasaron ayer por el estrado. A ninguna les pidió nunca que se quitara el sujetador, ni ejercicios similares. Tampoco hubo quejas de otras niñas que se hubieran sentido incómodas en los entrenamientos. Una de ellas admitió que tras una lesión, el acusado le dio un masaje en el músculo de la ingle.