El accidente sufrido por el joven de 19 años fue consecuencia de un salto acrobático desde una boya semienterrada en la arena. Es el primer siniestro grave en Vigo derivado de esta práctica con la que en ocasiones se divierten jóvenes en el entorno de Samil junto al Lagares donde fue la intervención del jueves o en la zona de Argazada. En puntos más céntricos del popular arenal vigués es más "anecdótica", cuentan, debido a la concentración de un mayor número de bañistas y a que están más a la vista de los socorristas, que, pese a que ésta no es una conducta prohibida, avisan a los chavales del peligro de hacer esos saltos sobre todo si no tienen experiencia, exhortándoles a ser prudentes.

"Habitualmente saltan en la propia arena, no hacia el agua; hay quien se atreve con volteretas y acrobacias, pero también es cierto que muchos chicos sin experiencia simplemente se divierten dando pequeños saltos", describen. Carlos Vales, coordinador del servicio de salvamento de las playas del Concello vigués, hace hincapié en una idea clara y directa a modo de consejo: "Hay que tener sentido común y precaución".

Más problemas siguen dando las peligrosas zambullidas desde puntos como el puente de Toralla o el muelle de Canido. Lugares que, según incidían ayer fuentes municipales, son objeto de vigilancia por parte de la Policía Local para evitar que los jóvenes se tiren al agua, dado el riesgo que eso supone de sufrir alguna lesión grave e incluso irreversible. Las mismas fuentes concretan que son continuas las ocasiones en las que los agentes tienen que acudir a alguno de estos enclaves para advertir a grupos de chavales de que no se tiren al mar. Otro lugar que en ocasiones motiva llamadas por parte de particulares al 092 es el espigón del Museo del Mar en Alcabre.

Embarcación

Igual que la Policía Local, los socorristas municipales también están muy atentos a puntos como Toralla. "Los chicos suelen acudir cuando hay marea alta; si se detecta presencia de jóvenes allí se acerca una embarcación nuestra y, al verla, ya suelen irse; si reiteran la conducta es cuando damos aviso a los policías municipales", explican. Este año, en el que la afluencia a las playas bajó de forma significativa a causa del Covid, los siniestros y otras incidencias en los arenales también se redujeron en comparación con otros veranos.