"¡Todo el mundo con las mascarillas puestas, por favor!". Así es como recibe la tripulación de una de las navieras que conectan Vigo con las Islas Cíes a los miles de turistas que este fin de semana han agotado los billetes para viajar al paraíso de la ría.

Porque el Parque Nacional das Illas Atlánticas ha colgado el cartel de completo otro fin de semana más, pero no es un fin de semana cualquiera, sino el primero en el que se aplica el uso obligatorio de la mascarilla en Galicia, sin tener en cuenta la distancia de metro y medio de seguridad.

Mascarilla incluso en la playa, distancia de seguridad obligatoria y aforos limitados, todo para cumplir con el protocolo de seguridad que se impone en la nueva normalidad. "El cupo diario es de 1.800 visitantes y lo controlamos para que sea efectivo", explica en el muelle una de las responsables de vigilar que el viaje discurra sin incidencias.

"Mejor que estar en casa confinado", apunta uno de los viajeros antes de embarcar. Cuando se levantan amarras, las indicaciones del capitán sobre la mascarilla son claras: "No vale colgada de la oreja. Ni del brazo, ni de bufanda. Por favor, todo el mundo con la mascarilla bien puesta".

Las distancias de seguridad se guardan en todo momento. También en el muelle. Los fines de semana hay vigilancia policial en las Islas Cíes y las preguntas sobre el uso obligatoria de la mascarilla se suceden. "Sí, hoy ya es obligatorio", le explica un agente a un visitante. El Parque Nacional es un paraíso natural y ahora están protegidas contra el coronavirus.

Los agentes de la Policía Local de Vigo limitan el aforo de las playas pequeñas antes de que suba la marea y no quede espacio en la arena. "Hay sitio suficiente en la isla como para no estar cerca un grupo del otro", explica otra viajera. Todo para que los veraneantes puedan disfrutar de un entorno privilegiado. Un turismo seguro y controlado para mantener la zona libre de rebrotes.