Antonio Ramilo, el alcalde de Vigo, estuvo en Madrid para presentar en varios ministerios sus ambiciosos proyectos de obras públicas en la ciudad. Entre los mismos figuraban las modificaciones para mejorar la traída de aguas, cuyas obras se estaban desarrollando con más retraso del previsto. También se quería reparar las carreteras que llegaban a Vigo desde Porriño y Baiona. La construcción de varios edificios para uso de varios departamentos municipales entraban entro de los planes. Se calculaba que la inversión para el año siguiente sería de 450 millones de pesetas. Era importante que el alcalde lograra el compromiso de varios ministerios.

Una gran cantidad de carbón fue exportado desde el cargadero de Rande con destino a Lisboa y Rotterdam. El material procedía de Ponferrada y había llegado al recinto portuario en tren. El cargadero registraba una gran actividad después de permanecer varios meses sin poder acoger barcos por cuestiones administrativas.