Una ciudad en continua expansión a la que le falta un pilar fundamental sobre el que crecer. Vigo, sin Plan Xeral de Ordenación Municipal desde que el Tribunal Supremo lo anulase en 2015, está cada vez más cerca de llenar esa grave laguna después de que la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda iniciase hoy la tramitación ambiental del futuro PXOM vigués con la publicación de la documentación del proyecto en la web de Avaliación Ambiental Estratéxica.

Después de que el Concello remitiera el documento estratégico y las enmiendas señaladas desde la Dirección Xeral de Urbanismo el pasado mes de abril

, ahora la Xunta avanza un paso más en la tramitación, abriendo el plazo de consultas previas por un periodo de dos meses. Seguidamente, el Ayuntamiento deberá aprobar inicialmente el Plan y someterlo a información pública y al informe sectorial de las Administraciones afectadas. Finalizado este periodo, y antes de la aprobación provisional del PXOM, el Concello solicitará la emisión de la Declaración Ambiental Estratégica, que ponen fin al trámite ambiental que comienza hoy.

Desde la consellería recuerdan que la Ley de Solo de Galicia "fija medidas que agilizan la tramitación de las normas urbanísticas, como el informe único o el plazo máximo de tres meses, operando el principio de silencio positivo". Tras la anulación del Plan Xeral de 2008 de la ciudad olívica por parte del Tribunal Supremo en 2015, la Xunta defendió que la única solución a la situación urbanística de la mayor ciudad de Galicia era la aprobación de un nuevo PXOM "y con este objetivo tendió la mano al consistorio vigués, impulsando un nuevo convenio de colaboración para redactarlo, en el que se fijó una aportación de más de un millón de euros", señalan desde la consellería.

La anulación del antiguo Plan implicó la entrada en vigor del planeamiento previo, que databa de 1993; un escenario que generó un profundo impacto en el urbanismo y el sector inmobiliario de la ciudad. El Concello dio un paso clave para despejar ese escenario el verano pasado con la aprobación de la ordenación provisional, un instrumento urbanístico dispuesto por la Lei de medidas provisionais de ordenación urbanística de 2017 que desbloqueó la situación de unas 50.000 parcelas. Junto con los planes específicos del Casco Vello, Ensanche y Bouzas, la ordenación provisional resolvía la situación del 70% del suelo edificable de Vigo.

El instrumento recibió luz verde del pleno municipal a finales de julio de 2019 y entró en vigor poco después, con su publicación en el boletín oficial de la provincia (BOPPO). Una vez activado, el Concello dispone de un plazo de tres años y medio para dotarse de un nuevo PXOM definitivo, que se vislumbra más cerca después de iniciarse la tramitación ambiental.