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El regreso a las residencias de Barreiro y Cangas, a mediados de junio

Los usuarios de los geriátricos que han dado negativo en la PCR deben pasar una cuarentena de quince días por precaución

Llegada a Patos de los primeros residentes de Barreiro a principios de abril. // Ricardo Grobas

La desescalada también llega a las residencias de mayores del área sanitaria de Vigo tras confirmarse que todos los usuarios de estos centros que contrajeron el virus ya están curados. Se hará a un ritmo muy diferente al del resto de sectores y tomando las máximas precauciones para evitar nuevos rebrotes entre un colectivo que sin duda ha sido el más castigado durante esta pandemia. Por ello, en las residencias intervenidas por la Xunta (DomusVi Barreiro y DomusVi Aldán, en Cangas), a los mayores que han ido dando negativo en las PCR se les mantiene en cuarentena, aislados en sus habitaciones, durante quince días como medida de prevención. Se les van repitiendo progresivamente las pruebas, se controlará la aparición de síntomas sospechosos y se les hará, por tanto un seguimiento exhaustivo. "Continuaremos haciendo test tanto a los residentes como a los trabajadores", asegura el gerente del área sanitaria de Vigo, Julio García Comesaña.

Así, los dos ancianos de DomusVi Cangas que dieron negativo el pasado sábado estarán unas dos semanas en observación en sus propias habitaciones y sin poder por tanto integrarse con el resto de usuarios del centro. Lo mismo sucede con los últimos dos ancianos curados de Barreiro, cuyo negativo se confirmó el pasado viernes y que tendrán que pasar esa cuarentena de unas dos semanas. De esta forma, el Sergas apuesta por mantener entre diez y quince días la estructura montada en ambas residencias durante la pandemia, es decir, la separación entre zonas con coronavirus de las que están libres de Covid-19. Una vez pase este período prudencial la idea es comenzar a reorganizar los centros y reagrupar a los ancianos, una tarea coordinada entre el Sergas y la Consellería de Política Social.

Será entonces, por tanto, a mediados de junio, cuando los 22 mayores trasladados hace dos meses a la residencia de tiempo libre de Patos (Nigrán) regresen a sus centros de origen, es decir, a Barreiro y Aldán. Estos ancianos sanos fueron desplazados a Patos a inicios de abril, en los momentos más duros de la pandemia, para evitar que estuviesen expuestos al coronavirus.

Tanto el Sergas como Política Social confirman que, desde que las residencias intervenidas han mejorado su situación con la progresiva curación de sus usuarios, se ha iniciado una retirada gradual del personal público con el que se reforzaron estos dos últimos meses para que "puedan volver a la normalidad". Durante este tiempo, en DomusVi Barreiro y Aldán convivieron los trabajadores tanto de la propia empresa DomusVi, que gestiona los centros, como de la Xunta de Galicia. Los primeros agradecieron la llegada del personal de apoyo del Sergas, que les enseñó a trabajar en un entorno que acabó siendo más un hospital que una residencia de mayores, separando a los ancianos positivos de los negativos, utilizando EPIs como usan los empleados sanitarios, entre otras medidas. Pese a la retirada del personal sanitario de la Xunta, en ambas residencias la tutela por parte del área sanitaria será estrecha para velar por que se ofrezcan las mayores garantías de seguridad.

Con esta nueva normalidad también llegarán las visitas. Pero hay que tener en cuenta que no se permitirán hasta quince días después de confirmarse la curación del último anciano con Covid-19, por lo que Barreiro y Aldán tendrán que esperar hasta la segunda semana de junio aproximadamente y siempre y cuando no haya un nuevo caso.

Conforme los mayores curados han ido pasando los quince días de cuarentena tras dar negativo en la PCR, se van integrando con el resto de los usuarios de los centros, realizando actividades en grupos máximos de cinco personas y manteniendo siempre las distancias de seguridad. Desde DomusVi apuntan a que esos grupos estarán organizados por nivel de dependencia, es decir, en función de las capacidades cognitivas de cada anciano.

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