El Puerto de Vigo anunció ayer una rebaja del 20% en las tasas de ocupación portuaria -el máximo permitido por la ley- para aliviar la situación financiera de los usuarios y relanzar la actividad. "Hemos propuesto aprobar el tope", defendió Enrique López Veiga. El recorte, desvelado con ocasión del consejo de administración de la Autoridad Portuaria, no requerirá la justificación por parte de las pequeñas empresas instaladas (de menos de 200 cuadrados), en otra medida de gracia para su reactivación, y el Puerto ya da por descontado que no saldrá gratis. "Claro que nos va a doler y va a afectar, no sé cuánto", asumió su presidente. "Estamos con márgenes de financiación muy escasos".

La institución presentó ayer un balance de impacto de la pandemia en la actividad, con dos principales lecturas, según la lupa con que se mire: fuerte impacto en los meses de la alarma, con casi un 30% menos de actividad en tráfico total (el tráfico ro-ro se desplomó en ese mes un 80% por el efecto apagón de PSA y el cierre, ya restituido, de la Autopista del Mar), y uno más moderado, del 5,3%, en el acumulado desde enero a abril, con acento en el ajustado descenso de las cifras de pescado fresco, las cuales, según el presidente, se resintieron apenas un 12% gracias a las medidas de adaptación adoptadas desde el Puerto para evitar aglomeraciones. Las cifras de pesca fresca, partiendo desde el arranque del año y con las estadísticas que maneja Puertos del Estado, siguen situando a Vigo como líder en España en toneladas desplazadas, por encima de otras terminales como A Coruña, Pasajes, o Avilés.

Veiga, además, en todo caso se mostró confiado ayer en que la recuperación normal de la actividad se dará en junio, si bien algunos sectores, caso de los cruceros, la incertidumbre internacional hace poco probable su regreso a niveles pre-Covid en este año. El máximo responsable del Puerto aseguró también que la terminal de contenedores funcionó durante la pandemia "cerca de lo normal". El Puerto, por lo demás, informó de la puesta en marcha de un método de contabilidad analítica que indica que los mayores grados de rentabilidad se dan en la terminal de mercancías y en las tasas de ocupación, con la terminal ro-ro y el puerto pesquero deficitarios. Al margen, en el primer cuatrimestre del año la pandemia ocasionó un déficit de unos 180.000 euros.