El equipo de abogados que se ha hecho cargo del caso Déborah, en representación de la familia, muestra idéntica constancia. Ramón Amoedo, del despacho vigués Maio Legal, lleva el asunto junto a Ignacio Amoedo y Maite Rojas. "Un caso como éste, de la desaparición y muerte de una joven, debe tener prioridad en el juzgado; pero no vemos que sea así, con tomas de declaraciones cada mes y sin ninguna actuación desde el 20 de febrero", afirma. Ve clave que comparezcan como testigos la madre de Déborah y la prima con la que estuvo poco antes de su desaparición en Samil. Y acaban de presentar un escrito de casi 50 páginas en el juzgado, a modo de resumen de lo actuado y urgiendo nuevas diligencias.

"Los letrados estamos enfadados por como se ha llevado la causa judicial hasta ahora; no se interroga a personas que podrían arrojar luz y se deja pasar el tiempo; a veces tengo la sensación de que no se quieren poner al descubierto los errores judiciales y policiales anteriores", resume Ramón Amoedo.