Ni durante el fallido Golpe de Estado de 1981. Ni durante la decena y media de huelgas que se han sucedido a lo largo del último medio siglo. Ni siquiera en febrero de 2019, cuando un incendio en su entreplanta obligó a desalojar de madrugada a casi un centenar y medio de huéspedes. Desde que abrió sus puertas en 1970 el Hotel Bahía, uno de los más céntricos y emblemáticos de la ciudad, pieza clave del skyline local, ha abierto todos los días. Todos. Cerca de 18.250 jornadas durante las que sus 91 cuartos alojaron turistas y en sus pasillos sonó el traqueteo de los carros con maletas. Hasta ahora. Por primera vez en sus cinco décadas de historia, el Bahía ha cerrado sus puertas. Sus responsables han decidido echar el cerrojo de forma temporal en el marco del estado de alarma decretado por el Gobierno para combatir al coronavirus. Ayer en el hotel solo estaban instalados los clientes de sus pisos turísticos. No es el único que ha bajado su verja en Vigo. Otros han tomado una decisión similar. Y otros tantos lo harán en los próximos días.

Según precisan la Asociación de Hoteles de Vigo (Ahosvi) y la asociación provincial (Asehospo) a mediados de esta semana estarán clausurados cerca del 80% de los alojamientos del municipio. El 20% restante permanecerá abierto para acoger a visitantes que necesitan pernoctar en Vigo, por ejemplo tripulantes de compañías aéreas o el personal que se traslada para reforzar sectores que han visto disparada su carga de trabajo, como el suministro de alimentos. Ayer Booking, una de las webs de búsqueda y reserva de alojamiento más populares, informaba de que algunos de los principales hoteles de la ciudad ya no ofrecen plazas durante los próximos días. Para hospedarse entre el jueves y el viernes, por ejemplo, disponía de 16 hoteles. Si se buscan fechas para julio la misma web permite reservar en más de una treintena de negocios.

"La inmensa mayoría está pensando en cerrar de forma temporal. La pregunta es cuánto tiempo va a darse esta situación", se planteaba ayer el presidente de Ahosvi, Jaime Pereira, quien confía en que la crisis empiece a mejorar pasadas un par de semanas. Su estimación sobre el impacto en el sector coincide con la de César Sánchez-Ballesteros, responsable de Asehospo: el Covid-19 hará que cierren provisionalmente cerca del 80% de los hoteles de Vigo. Ambas señalan también otro punto en común. A lo largo de sus dilatadas trayectorias, jamás habían visto un reto de semejante calado para el tejido turístico. "Llevo en el sector desde 1974 y nunca había vivido algo así", comenta Pereira. El coronavirus no solo les ha llevado a bajar la verja durante al menos 15 días. También ha borrado de un plumazo la campaña de Semana Santa y obligado a aplazar Navalia, la Feria Internacional de la Industria Naval, que tenía previsto celebrarse en mayo y ha pospuesto su fecha a finales de octubre. El colectivo confía en recuperar oxígeno durante la campaña de verano, clave en las cuentas anuales de los alojamientos.

Para afrontar la situación los hoteles están estudiando ya medidas. En especial las que afectan a las plantillas. Según los datos oficiales del INE, en enero operaban en la ciudad unos 67 establecimientos hoteleros que empleaban a 481 profesionales. El colectivo estima que los cierres temporales causados por el Covid-19 afectarán a más del 80%, lo que equivaldría a unas 400 personas. La solución que tiene sobre la mesa el sector son los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE). Para "curarse en salud" algunos hoteles estarían valorando plantearlos hasta septiembre, si bien el colectivo recalca que es una medida provisional y se puede revocar antes. El gremio permanece atento de las decisiones del Gobierno, al que tanto la patronal como los sindicatos han propuesto ya ERTE exprés. Ayer Los Escudos, por ejemplo, anunciaba un expediente temporal.

Restaurantes, bares y cafeterías se han visto también sacudidos por el coronavirus. "Quien no tengan un colchón económico lo van a pasar mal. Nosotros tenemos que pagar todo: alquiler, nóminas...", recuerda Itos Domínguez, presidenta de la Asociación de Hosteleros del Casco Vello: "Vamos a ser de los negocios más castigados". El Real Decreto aprobado por el Gobierno ha suspendido todas las actividades de hostelería y restauración, salvo la de los servicio a domicilio.