Su interés por comprarse un teléfono móvil, un Iphone 7, fue el germen de un calvario que nunca se imaginaría. Una pareja gaditana lo engañó a través de ese anuncio en Wallapop, se hizo así con su DNI y después usaron presuntamente su identidad para cometer timos a través de internet. La víctima de este caso es un vigués que ha acabado acusado injustamente de esas estafas en procedimientos judiciales a lo largo de toda España. "No paraba de recibir denuncias en casa, me llegaron 30 o 40", relató ayer este hombre en el juicio contra los dos acusados de usar fraudulentamente su documento de identidad, que resultaron ser unos activos estafadores que ya acumulan condenas por timos en la venta de teléfonos o consolas Nintendo.

El juicio se celebró ayer en el Juzgado de lo Penal 2 de Vigo. Abraham F.M. y Cristina P.F., afincados en Cádiz, se enfrentan a seis meses de prisión y multa de 1.080 euros. Él no compareció y ella, que era su novia al tiempo de los hechos, declaró que no sabía nada de los fraudes que cometía su entonces pareja. "Le dejé mi cuenta bancaria para que le hiciesen ingresos, pero no sabía que era para algo delictivo; confiaba en él", alegó a preguntas de la fiscal. Su abogado pide la libre absolución: "Fue un error de juventud, se dejó embaucar y él la traicionó".

DNI

El principal testigo fue el vecino de Vigo al que esta pareja suplantó en internet para cometer las estafas. Trabajador de Correos, este hombre relató en la sala de vistas la pesadilla que aún a día de hoy atraviesa. Todo empezó porque, tras ver un anuncio, se interesó en un Iphone. Le llegó a enviar su DNI al vendedor. Pero, viendo que aquello era poco serio, desistió de la compra. Pero los estafadores usaron su documento de identidad para seguir con su dinámica delictiva. "En cuanto me enteré de que estaban usando mi DNI para esas ventas denuncié", manifestó. Pero eso no evitó que empezaran a llegarle denuncias por fraude contra él. "No paraban de llegarme a casa", recordó.

Y eso derivó en procedimientos judiciales en toda España con él como acusado y teniendo que pagar minutas de los abogados para defenderse. Aún tiene juicios pendientes, pero en los ya celebrados, afortunadamente, resultó absuelto. Junto a estas cuestiones legales, se encontró con que recibió amenazas por Facebook de otros afectados que creían que él era el timador y le exigían por ese medio la devolución del dinero. "Hasta se lo contaron a mi jefa; tuve perjuicios personales y laborales", concluyó.