El túnel que atravesará Porta do Sol unirá la calles Policarpo Sanz y Torrecedeira: "previsiblemente", no tendrá salida en Elduayen, como se contemplaba en un inicio. Así lo anunció ayer el alcalde, Abel Caballero, que confirmó la información avanzada por FARO. Se hará un "modificado" del actual contrato para introducir este cambio, con el que la urbe ganará una peatonalización, la de Paseo de Alfonso, y se conectará Torrecedeira con un vial.

Los trabajos para la humanización del kilómetro cero de Vigo, que cuentan con un presupuesto de 17 millones de euros, se prolongarán durante dos años y posibilitarán la creación de un espacio de unos 8.000 metros cuadrados para disfrute de los peatones. En superficie, se prevé la instalación de un escenario, jardineras y una réplica de las islas Cíes, entre otros elementos.

Ayer mismo, la maquinaria comenzó a excavar el asfalto para la construcción del paso subterráneo. Con el inicio de estas obras, la ciudad marcaba en rojo un día histórico en su calendario: se cortaba por completo el tráfico rodado en la plaza del Sireno, por la que solo podrán transitar, de momento, los servicios de carga y descarga. Queda excluido de esta excepción el transporte público: 17 líneas ya transitan por derroteros alternativos, modificando la rutina de miles de viajeros.

Conchi, usuaria de Vitrasa, se encontraba ayer a la mañana echando un vistazo a los carteles informativos de la marquesina de Porta do Sol. La anulación de la parada la pilló desprevenida. "Sabía que iban a cortar este tramo, pero no acabo de controlar las líneas que debo coger. Antes, me subía siempre aquí o me bajaba en Policarpo Sanz. Me supone mucho cambio y es un poco incómodo, pero habrá que acostumbrarse", comentaba.

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Corte de tráfico de la Porta do Sol de Vigo

En esta misma situación se encontraba Pilar, quien reconocía que esta modificación de las rutas del transporte público le va "mal". "Quedo totalmente anulada, ya que vivo en Pi i Margall y tengo que ir casi todos los días a Policarpo Sanz para asistir a clases de memoria. Me quedo sin servicio", lamentaba antes de apuntar que, "en los días en los que llueva", la situación se complicará. "Y si haces alguna compra y llevas bolsas, todavía más", apostillaba.

E idéntica postura mostraba José Manuel, vecino de Torrecedeira y usuario habitual de la línea H1 -que conecta la urbe con el Hospital Álvaro Cunqueiro-: "Tengo que ir hasta Orillamar para montarme en el autobús, no tiene sentido. No entiendo que modifiquen el servicio que traslada a los pacientes", advertía.

Del otro lado de la moneda está Manuel, a quien la modificación de paradas no le repercute en demasía. "Cuando tenga que ir en autobús, en lugar de subir hasta Porta do Sol, camino un poco más hasta la Alameda", destacaba en relación a este cambio provocado por los trabajos de humanización y de construcción del túnel, que cree necesarios para que la ciudad "crezca y progrese". "Es un paso adelante y lo vamos a agradecer. Estos dos años de obras compensarán. Ocurrió lo mismo en O Calvario: al principio, muchos vecinos estaban en contra de la peatonalización; ahora, están realmente agradecidos", recordaba.

¿Y qué opinan los taxistas? Avisan de que, como es previsible, los clientes tendrán que acostumbrarse a esperar más tiempo por la llegada de los coches, ya que se verán obligados a dar muchas más vueltas para llegar al punto de recogida.

"Indemnizaciones"

Jorge es propietario de una tienda de detalles ubicada en la casa del Sireno. Forma parte de la Asociación de Comerciantes de Porta do Sol (ACOSOL), que surgió a raíz del anuncio de humanización de esta zona de la urbe. Aseguraba ayer que "ya se nota mucho" la caída del número de clientes y, consecuentemente, de las ventas. La maquinaria, en su opinión, ha espantado a los compradores. Y la restricción al transporte público ha colmado el vaso. "Llevamos dos años pidiendo información al Concello y, tras registrar 10 escritos, solo hemos sido recibidos en una ocasión; desconocemos los plazos", denunciaba, a la vez que ponía sobre la mesa la opción de que los comerciantes sean "damnificados" por los "daños" derivados, entre los que se podrían incluir "pérdidas de empleos".

Fernanda, dependienta de la tienda Nikis, es más optimista. Apuntaba que, en su opinión, las obras "van a merecer la pena y no van a afectar a la clientela", ya que "tendrá que venir caminando" y se parará más en los escaparates. Juan, responsable del establecimiento de lotería, desvelaba que, por ahora, las ventas no se han visto perjudicadas: "Veo división de opiniones entre mis clientes: unos dicen que la humanización está bien; otros, que es una locura".

MANUEL - USUARIO DE VITRASA

"Tendré que caminar un poco más para ir a la parada, no importa"

PILAR - USUARIA DE VITRASA

"Quedo anulada: cogía el bus en Pi i Margall para llegar a Policarpo"

FERNANDA - DEPENDIENTA

"Las obras merecerán la pena; creo que no se reducirán las ventas"

JORGE - COMERCIANTE

"Llevamos dos años pidiendo información; solo necesitamos eso"