El temor a que las huelgas en Francia que redujeron las escalas semanales de la autopista del mar a lo largo de todo el mes de enero impactaran de tal modo en el balance del arranque de año hasta dejarlo en negativo no se produjo ni mucho menos. El tirón de la exportaciones del automóvil suele actuar como el colchón que salva las estadística portuaria viguesa cuando en las otras terminales decae la manipulación de mercancías pero en este inicio de 2020 la salida de vehículos producidos por Balaídos hacia otros destinos palió con solvencia el retroceso generado por los paros en las terminales galas al crecer esta carga rodada un 24%. Pero muy por encima del movimiento en la terminal de Bouzas se sitúa el registrado en la de contenedores de Guixar por la fruta de Sudamérica. En solo un mes, la nueva escala de CMA CGM disparó este volumen perecedero un 148,2%.