Una agresión a una profesora que ha acabado en condena. El Juzgado de lo Penal 1 de Vigo ha impuesto un año de prisión por delito de lesiones a Marta G.P., la madre que golpeó a una docente a las puertas de un colegio. La magistrada le prohíbe además aproximarse y comunicarse con la víctima durante dos años. Junto a ella estaba acusada otra progenitora, Cyntia F.S., que es sentenciada a multa de 360 euros por delito leve de amenazas.

Todo ocurrió en 2019 en un colegio concertado de Valladares. El origen de todo fueron los problemas surgidos en las recogidas de una niña de 7 años por parte de sus padres separados. El centro medió en la resolución del conflicto y, ante la falta de regulación legal, se alcanzó un acuerdo sobre los días en que la madre, la acusada Cyntia, o el padre se llevarían a la menor.

Tras un primer episodio el 28 de enero, los hechos más graves fueron el 14 de febrero. A primera hora de la mañana la madre de la pequeña, a la que al parecer no le tocaba ese día llevarse a su hija, fue al colegio, "manifestándole de forma intimidatoria" a la docente que "como no le entregara" a la niña "se iba a enterar, que se atuviera a las consecuencias", según recoge la sentencia.

Y horas después, a las 14.30, la cosa fue a más. La resolución indica que Cyntia y su amiga Marta fueron al centro para llevarse a la menor, diciéndoles la maestra, que previamente había comunicado el caso a la dirección del colegio y a la inspección, que tenían prohibido el acceso a las instalaciones.

Muy "alterada y agresiva"

Pese a ello, la progenitora de la niña, "muy alterada y agresiva", entró "gritando reiteradamente el nombre de su hija". Y Marta se quedó en la entrada. Fue entonces, concreta la jueza, cuando esta última "se abalanzó sobre la profesora, dándole un manotazo en la cara y empujándola fuertemente en los hombros sin que llegara a caer al suelo". La autora de la agresión, absuelta de otros delitos por los que también estaba encausada, debe indemnizar con 1.632 euros a la víctima.

La jueza ve acreditados los hechos por la grabación captada por las cámaras del colegio, por la declaración de la docente y por los testimonios de otros profesores que salieron en su defensa. También tuvo en cuenta el parte médico de las lesiones y la pericial forense. En la sentencia destaca "la violencia, agresividad y gestos amenazantes explícitos" desplegados por las acusadas en un "centro educativo" y "en presencia de menores". Opta por el delito de lesiones, y no el de atentado, ya que la maestra, contratada laboral, no tiene la condición de funcionaria que exige el Código Penal. Contra la sentencia cabe recurso.