Ataviado con una camiseta blanca en la que se refleja un dibujo de sí mismo y una americana negra, Álvaro Vázquez Veríssimo (Vigo, 23 de octubre de 2007) avanza firme con un maletín en mano lleno de misterios, cartas y, cómo no, una varita. Su aspecto ya es de mago profesional: la aparente juventud que muestra es un juego más de su oficio. También sus trucos, con los que deja boquiabierto al público de la cafetería del Club Náutico antes de comenzar la entrevista. Es el componente más joven de la Asociación de Magos e Ilusionistas Vigueses (AMIV), a la que accedió con 9 años tras superar una prueba: ahora, sus compañeros de gremio en la ciudad son sus verdaderos "referentes". Su tío Antonio alimentó su gusto por este arte y un acto de la oenegé local Lápices y Colores le brindó la oportunidad de conocer a Sara Rodríguez, su madrina en este mundo. "La magia me ayuda a olvidarme totalmente de todo; me hace sentir realizado y, cuando me sale bien un truco, es muy flipante, me emociono mucho: la reacción de los asistentes es muy satisfactoria", confiesa el menor, quien asegura que esta afición le permite "disfrutar y soltar toda la oratoria" que atesora a sus 12 años.
El dominio de la cartomagia lo convirtió en el alumno más popular de su colegio, el Martín Códax, centro en el que toma el relevo del reconocido mago David Maestro, semifinalista en el programa Pura magia, de Televisión Española, y concursante de Got Talent, de Telecinco. "Fui la sensación. Mis amigos me piden que les haga trucos y algunos, que les enseñe. Solo le confesaría un juego a otro mago", admite, a la vez que resalta que, con sus habilidades, es más fácil romper el hielo a la hora de ganar amistades. "Jamás me ha desvelado nada, ni a mí ni a nadie", interviene la madre, Begoña, antes de destacar que, en sus inicios, su hijo llevaba una baraja de póker en el bolsillo que "sacaba en el recreo después de jugar al fútbol". "Todos se reunían a su alrededor", recuerda. "Nos regala trucos en cualquier momento: estoy duchándome y me hace participar. Incluso durmiendo. Eso está bien: nos sorprende y a él le ayuda a desarrollar la creatividad, la mente y la oratoria persuasiva, pero lo más importante es que sea buena persona", añade -convencida de que así es-.
Álvaro Vázquez Veríssimo, el abanderado más joven de la magia de Vigo. // J. Lores
Vivió su actuación estrella en 2019, ante espectadores de su centro escolar: fue el telonero del mago David Maestro. Mostró sus aptitudes a unos 400 alumnos de Educación Primaria y a otros 350 de Secundaria. "Me aplaudieron mucho, les gustó", asevera. A su vez, rememora con gran ilusión la noche en la que se fue a cenar con los integrantes de la Asociación de Magos e Ilusionistas Vigueses: se convirtió en el día más mágico de su vida. "Fue en 2018, en el Magic Fest. Iba Miguel Muñoz, que había ganado el premio al mejor mago del mundo. Me fui a tomar con los compañeros una pizza y pude estar y conversar con él. Es mi ídolo", comenta. "Mi objetivo no es llegar a ser tan famoso, pero sí impresionar al público y ser conocido en la ciudad: ser una referencia de la magia en Vigo y ganar mi propio dinero. Me gustaría dedicar mi futuro a estudiar algo relacionado con la ciberseguridad, aunque también me apasiona el universo de la creación de videojuegos", subraya.
¿Y cuál es la clave para ser buen mago? "Como me desveló Pedro Volta, hay que leer mucho", explica. "Eso le cuesta", apostilla Begoña. "De los libros, se extraen trucos. El secreto es ensayar con un espejo delante: de esa manera, ves todos los ángulos. Como dijo Jorge Blas, la magia no está en el truco, ni siquiera en el mago, sino en la mirada del espectador ilusionado", manifiesta Álvaro, un profesional en formación que es autodidacta y aspira a ser el adalid de la magia en la metrópolis olívica. "Veo vídeos de YouTube en la tableta para aprender juegos. Los resumo, anoto los pasos y, luego, los practico, sobre todo, los fines de semana, cuando tengo algo más de tiempo libre. Los estudios me quitan bastantes horas. Los compañeros de la asociación también me enseñan nuevos juegos en las quedadas, que se organizan los jueves en el café La Rosa Negra", concreta.
El café De Catro a Catro, situado en la calle Gerona, ha sido testigo en numerosas ocasiones de las cualidades de Álvaro, al igual que los encuentros familiares y de amigos. Son escenarios que cumplen a la perfección las preferencias del joven, que se decanta por el espectáculo de cerca para disfrutar de su pasión, además de la cartomagia y la magia de salón. "Lo ves más y lo vives más", sostiene. ¿Y qué cambiaría en el planeta con todo el poder que le confieren sus facultades particulares? El menor lo tiene claro: "Pondría solución a las guerras, a los suicidios y al maltrato animal".
