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Adiós histórico al tráfico en Porta do Sol

Peatones, comerciantes, conductores, vecinos... La mayoría abraza la construcción de la gran plaza y solo lamenta sufrir las obras

Entorno de Porta do Sol, ayer, minutos después de efectuarse el corte de tráfico por las obras. // J. Lores

Pasaban las 10.45 horas cuando dos patrullas de la Policía Local indicaron el cese del tráfico rodado por una de las venas del corazón de la ciudad. Las obras para transformar Porta do Sol en la gran plaza de Vigo obligan desde ayer a restringir el acceso a más de 8.000 turismos que atravesaban diariamente este punto. Los trabajos, que cuentan con un presupuesto de 17 millones de euros, se extenderán durante 24 meses y posibilitarán la creación de un espacio de unos 8.000 metros cuadrados para disfrute de los peatones. En superficie, se prevé la instalación de un escenario, jardineras y una réplica de las islas Cíes, entre otros atractivos.

En esta jornada histórica, que se saldó sin incidentes, los agentes, ubicados en el cruce de los cuatro bancos -en la intersección de García Barbón y Colón- y en la rotonda que une Falperra con Pi y Margall, se encargaron de informar de la medida a los conductores, sorprendidos por su presencia y que, como ocurre en la mayor parte de las urbes europeas, se tendrán que acostumbrar a sufrir limitaciones a su paso por el núcleo central de las metrópolis. Ya se prohíbe transitar por la Ronda de Don Bosco -que será humanizada- y en Gran Vía la entrada de coches está limitada en convivencia con los trabajos para la construcción de las rampas mecánicas en un tramo del bulevar.

Adiós histórico al tráfico en Porta do Sol

Adiós histórico al tráfico en Porta do Sol

Vídeo: Carla Pesqueira

Por Policarpo Sanz -desde el cruce con Velázquez Moreno-, Porta do Sol, Elduayen y el Paseo de Alfonso XII ya solo pueden circular los vehículos que efectúen servicios de transporte público -autobuses y taxis con pasajeros-, los residentes que tengan su plaza de garaje en esta zona, las unidades de emergencias y las furgonetas de las empresas de carga y descarga, que deberán contar con un permiso previo concedido por la administración local. El cierre afecta también a los accesos al interior del Casco Vello: no se puede ingresar en la zona antigua por Elduayen y se prohíbe la salida a través de Sombrereiros hacia Elduayen. La entrada al entorno histórico se debe efectuar por Gamboa. Además, los residentes tienen la opción de entrar por la calle Real hasta la Travesía Esperanza. La salida de vehículos ligeros se realiza por Méndez Núñez, Caracol, San Vicente, Perigos y Poboadores.

Alejandro, vecino que paseaba por la zona poco antes de efectuarse el corte, declaraba que está de acuerdo con que se limite el paso de vehículos y se humanice el entorno de Porta do Sol. "Será una plaza enorme en un centro de reunión de la gente de Vigo; lo que me preocupa es la construcción del túnel, que podría afectar a los edificios antiguos", destacaba. Misma opinión ofrecía Andrés, taxista estacionado en la parada de Doutor Cadaval, así como Rubén y Luis, que suelen cruzar la urbe en moto: "Hace falta dar espacio a los peatones, hay que acostumbrarse", aseguraba el primero. "A pesar de que es un poco incómodo, porque conlleva dar más vuelta para llegar al mismo sitio, el resultado beneficiará a todos: la ciudad es para las personas, los coches tienen alternativas", comentaba el segundo antes de apuntar que "toda mejora significa un sacrificio". "Cuando se anunció la peatonalización de O Calvario, muchas personas decían que se iba a morir el comercio; ahora, tiene mucha vida", añadía.

¿Y qué piensan los comerciantes? Natalia, responsable del establecimiento de General Óptica situado en la plaza del Sireno, valoraba que la zona "va a ganar muchísimo", aunque durante dos años tendrá que "sufrir" las obras. "Nos entra humo en el local. Los obreros me dicen que no pueden mover la maquinaria y desconocen cuánto tiempo va a permanecer enfrente de la tienda; es bastante incómodo", confesaba, a la vez que se quejaba de la "falta de información y organización": "Llegué a la mañana y me encontré esta situación; soy optimista y quiero pensar que va a compensar", anotaba. A pocos metros, Fabricio, encargado de la cafetería Dona Vaniri, subrayaba que la reforma del ámbito de Porta do Sol "solo puede traer ventajas" para su negocio de hostelería. "Podremos tener una terraza más amplia", apostillaba.

En la acera de enfrente, Paula, farmacéutica de Farmazul, exponía su principal quebradero de cabeza: ¿cómo podrán acceder las furgonetas para que lleguen los medicamentos a tiempo? A su vez, acusaba la ausencia de planificación y comunicación. Roberto, que justo acababa de completar su entrega en esta farmacia, manifestaba que la futura prohibición de acceso a los repartidores les "afectará bastante". "No conocemos las alternativas, esperemos que nos permitan pasar si se trata de reparto urgente", razonaba. Misma idea concretaba Alberto, compañero de gremio, que se encontró con la calle Policarpo Sanz cortada tras ascender por Colón.

Natalia -Comerciante

"Tendremos que sufrir las obras, pero la zona va a ganar muchísimo"

Andrés- Taxista

"Me parece bien que se humanice Porta do Sol, estoy de acuerdo"

Luis - Motorista

"Será beneficioso para todos; cualquier mejora conlleva un sacrificio"

Alejandro- Peatón

"Quedará una plaza enorme; me preocupa la creación del túnel"

Alberto - Repartidor

"Afectará al reparto de mercancías, pero habrá que habituarse"

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