La cuenta atrás para descubrir la futura Porta do Sol ya está en marcha. Ayer el Concello dio el pistoletazo de salida a la reforma que convertirá el actual kilómetro 0 de la ciudad en una "gran plaza" homologable a la de otras grandes ciudades españolas y europeas. Así fue como la defendió Abel Caballero. El alcalde ensalzó la intervención como la obra civil "más importante que se hizo nunca en esta ciudad" -al menos en el plano simbólico- y la reconoció como la solución a la "laguna histórica" de Vigo, una urbe que pese a su pulso económico e industrial, y ahora turístico, solo tenía en la Praza da Constitución su principal explanada peatonal.

Días después de que arrancaran de forma preliminar los trabajos, con los primeros movimientos para hacer acopio de material y catas, el acto de colocación de la primera piedra celebrado junto al Sireno consagró el arranque oficial al proyecto, encargado a la UTE formada por la viguesa Civis Global y la extremeña Gevora por un plazo de 24 meses. El resultado será una Porta do Sol en la que por arriba los peatones dispondrán de 8.000 m² libres de tráfico, adornados con fuentes, mobiliario urbano y una réplica ajardinada de las Cíes; y por abajo un túnel bidireccional con dos bocas de salida en Elduayen -que quedará también en una situación "óptima", destacó Caballero- y una en Policarpo Sanz, donde las constructoras aprovecharán el hueco ya existente del parking subterráneo. Como corolario, el proyecto incluye la instalación de una nueva rampa mecánica en la calle Carral, que dará continuidad desde la zona inferior a la ya operativa en la calle Segunda República. El presupuesto total asciende a 17 millones de euros, buena parte de los cuales proceden de Fondos FEDER destinados a sufragar el "Vigo Vertical".

Acompañado por la presidenta de la Diputación de Pontevedra y teniente de alcalde, Carmela Silva, el delegado de Zona Franca, David Regades, y el edil de Fomento, Javier Pardo, así como del resto del gobierno municipal, Caballero reconoció la "sonrisa de satisfacción" de Praza do Rei por el respaldo de Bruselas a la humanización y su importancia para el tráfico. "Europa nos premió por esta decisión", incidió. La plaza se sumará a la "forma de trazar el centro" que tiene el gobierno local, en un Vigo que "comenzaba a tener problemas de movilidad" por el envejecimiento progresivo de la población.

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En ese papel es clave el túnel. El jefe del ejecutivo vigués resaltó que la galería aportará "fluidez" a la circulación al suprimir tanto el semáforo como las "colas" que se registraban puntualmente. Lo que está por desvelar es el plan de tráfico del para gestionar los cortes a los que obligarán las obras. En ese sentido el alcalde deslizó que "en seguida" se darán a conocer las medidas. Como tampoco está garantizada al 100% la celebración de los conciertos del Entroido -Soraya y Ketama- en su habitual escenario. La previsión es mantenerlos allí pero la decisión final dependerá del ritmo de las obras.

En todo caso Caballero confirmó que tras la intervención la plaza "seguirá siendo accesible" para los grandes festejos de la ciudad. Una lista en la que cabe la Navidad, la Cabalgata de Reyes, o más próximamente, Carnaval, la Reconquista o la Procesión del Cristo de la Victoria.

Además, a sumar al haber del proyecto , la "nueva" Porta do Sol eliminará todo vestigio de aquella vieja carretera que atravesaba uno de los corazones de la ciudad y que a pesar de ello no impidió que a su alrededor se conservaran grandes edificios históricos como el "Moderno", el "Salgueiro" o la "Casa Ledo". Algunos figuran entre los "más notables de la arquitectura de finales del siglo XIX y XX", según el alcalde.

Para observarlos sin temor al trafico habrá que aguardar dos años. Será el tiempo que tarde en fraguar un plan en el que el Concello tiene depositadas grandes ambiciones. "A esto le dedicamos años; lo meditamos mucho", concedió el alcalde, que agradeció la labor conjunta de todas las concejalías. Una de las voces más activas en la crítica es la de la Asociación Viguesa pola Defensa do Patrimonio Histórico, que amagó con llevar su protesta -con argumentos como que la obra no está justificada o no respeta el patrimonio- ante el Contencioso Administrativo, "a fin de defender los derechos de todos los vigueses". Su alternativa es una peatonalización en Porta do Sol, Elduayen y Paseo de Alfonso sin túnel. Algo que el Concello siempre descartó por el retraso para miles de desplazamientos diarios.

Ayer, después de resaltar la "unanimidad total y absoluta" de la ciudad con el proyecto, Caballero, sin dirigirse a nadie en particular, redujo al mínimo la contestación a la obra. "Siempre hay uno que está con el PP", descargó.