Una de los desafíos que acarreará la obra de Porta do Sol será la ordenación del tráfico. A la espera de un plan definido que regule los nuevos flujos, si se toma como referencia el proyecto inicial serán catorce los meses en los que habrá que reordenar la circulación. Es una de las etapas más extensas de todo el proyecto. Ni la demolición de parte del aparcamiento de Policarpo Sanz ni los desmontajes posteriores ni el movimiento de tierras ocupará tanto tiempo, aunque no por ello la zona seguirá siendo eso, un terreno colonizado por las obras. Según este cronograma, a partir del tercer mes de trabajos -es decir, entre finales de marzo y abril- tendrían que comenzar los nuevos protocolos de tráfico. En un informe previo el Concello estimó que se verían afectadas 13 líneas de autobuses y siete paradas que, sumadas, transportaban a 14.108 viajeros al día (7.054 por cada dirección), según datos de 2017. Además, será necesario reubicar la parada de taxi de Doctor Cadaval a la calle Reconquista, adaptar la parada de bus de Policarpo Sanz, 9; y reubicar la de Casa das Artes, del número 15 al número 25.

En ese mismo proyecto se perfilaban dos posibles rutas alternativas para el vehículo privado. Un recorrido desde la parte más baja por Beiramar desde Velázquez Moreno, Praza Compostela, por a rotonda del Puerto pesquero hasta Falperra; y otro dirigido a la cornisa más alta, que fluiría desde Colón, Urzáiz, Gran Vía, Venezuela, bajada por la calle Granada, hasta Falperra. Por el momento