La sucesión de borrascas en el último trimestre del año pasado puso a prueba la recién inaugurada Autovía do Morrazo que trajo más seguridad frente a los accidentes mortales que se repetían en el antiguo Corredor, pero ha mostrado alguna debilidad en aspectos como la canalización de aguas y el arrastre de lodos. El Concello de Moaña ya había registrado algún problema durante la ejecución de las obras de conversión del corredor en autovía, por algunos arrastres de lodos en la zona de Broullón, Meira y en Domaio. Pero ahora, con la obra acabada y las trombas de agua de diciembre, el problema de las canalizaciones y el arrastre de lodos ha vuelto.

La concejala de Obras y participación Ciudadana, la socialista Marta Freire, se reunió con representantes de ocho colectivos vecinales para presentar ante la Xunta un informe detallado de los problemas recientes que sigue ocasionando esta carretera a la vecindad. "A día de hoy detectamos como la nefasta canalización de las aguas pluviales sigue provocando anegaciones de parcelas privadas y de vías municipales, a lo que se suman los continuos arrastres de lodos", señala la edil.