En el fallo, la Audiencia de Vigo rechaza las alternativas o alegaciones propuestas por la defensa del acusado durante la vista oral. Así, el abogado hizo alusión a posibles irregularidades en la actuación policial al haberse seguido "una línea de investigación unilateral", centrada, únicamente en este caso, en César Adrio. El magistrado desvirtúa esta situación razonando porqué no tienen cabida en el crimen terceras personas, ni el otro compañero de trabajo con el que se bajó del coche ni un supuesto asalto de "índole sexual".

Sobre este último, el juez destaca que el Guardia Civil que vio a una pareja en el portal 40 de la Avd. de Madrid en la hora del crimen no se encontraba discutiendo. "No se coligue esta situación marcada por una inicial falta de cierta violencia con las circunstancias que rodearían un asalto de índole sexual protagonizado por una personas que fuera desconocida para la víctima", esgrime el presidente de la Sala.

Sobre la posibilidad de la implicación del compañero de trabajo que "se bajó del coche en el mismo lugar", la sala asegura que por parte de la Policía se "descartó tal posibilidad por razones de altura". En relación a un persona distinta de las nombradas, "se presenta como una hipótesis que no pasa de ser una mera alegación" al apreciar como una "coincidencia demasiado forzada" que las ruedas del coche de la joven también aparecieran pinchadas con, presuntamente el mismo arma. "Es una coincidencia demasiado extraordinaria", aprecia el juez.