La química forma parte del día a día de cualquier sociedad. Los seres humanos están compuestos por ella y la necesitan para desarrollar todas sus funciones vitales, así como para mejorar su calidad de vida en materia de salud con la creación de nuevas medicinas o de la alimentación. En ciudades como Vigo, donde la industria es uno de los motores principales de la economía, los químicos tienen un papel esencial. Antonio Macho ha sido reelegido por cuatro años más para representar a todo su colectivo, tanto a nivel nacional como internacional, y trabajar para prestigiar su profesión.

-En la actualidad, ¿qué grado de importancia alcanza defender a los químicos de los intereses externos?

-Estamos en un libre mercado en el que lo que queremos es defender nuestra profesión, estar en igualdad de condiciones como el resto de profesiones y ser competitivos porque nuestra labor es prestar un servicio a la sociedad.

-¿Cuál es su labor como decano-presidente?

-Mi función es la de presidir a todos los decanos de los colegios territoriales de químicos de España y tener la representación de los profesionales españoles a nivel nacional e internacional, con las tareas que eso conlleva.

-¿Qué relevancia tiene para un químico pertenecer a un colegio oficial?

-Estatutariamente y según el Real Decreto que regula la profesión, la colegiatura es obligatoria para todas las disciplinas que tengan influencia en la salud y en la seguridad. Los servicios ofertados por los profesionales están refrendados por un código deontológico común a todos los colegiados porque si no quien se sienta perjudicado por una mala praxis el único camino que le queda es los tribunales.

-¿De qué forma está presente la química en la sociedad de cara al futuro?

-Todo es química, empezando por nosotros mismos. La química está presente en el futuro, se habla mucho de los tratamientos contra el cáncer. Los profesionales del sector de la salud se encargan de diagnosticar y de establecer tratamientos, pero quién los pone en marcha y combate esas enfermedades somos los químicos. Así como otros ámbitos como el del medio ambiente, nos ocupamos de tareas como la prevención, la huella de carbono o el análisis de las emisiones. También, en el ámbito de la alimentación en el que trabajamos para que los productos reúnan unas calidades adecuadas, nosotros estamos ahí aportando nuestro granito de arena.

-¿Es complicada la inserción laboral en este sector?

-Lo es más que antes, desde que Bolonia llegó no se ha enfocado adecuadamente la formación. La química va bien pese a que los químicos no vamos tan bien y la inserción laboral no es la que debiera. Primero, por la coyuntura económica y segundo, por la regulación de la profesión, al no tener desarrollada esta norma nos encontramos un poco desplazados a la hora de la inserción laboral frente a otro tipo de titulaciones o profesiones.

-¿Vigo es una buena ciudad para un químico?

-Fue mejor de lo que es. Pensemos que Vigo fue una ciudad al amparo de la industria. Los químicos gallegos se agruparon en un colegio profesional que hasta el año 79 se llamaba Colegio Oficial de Químicos de Vigo y yo creo que eso es muy importante porque es donde estaban integrados todos los químicos de Galicia. La industria puntera, tanto del automóvil como conservera, de laboratorio o del mar siempre tuvo químicos y fuimos pioneros de esa tecnología. Vigo es una ciudad industrial y puntera, donde los químicos seguimos teniendo mucho que decir.