Una mujer recuperó ayer su moto en Vigo gracias a la ayuda de un compañero de trabajo, de la Policía Local... y de un localizador GPS. Alrededor de las cinco de la tarde, la mujer se dio cuenta de que le habían sustraído el ciclomotor, que había dejado con la llave puesta y que, según la aplicación del móvil, se encontraba en un garaje de la calle Vázquez Varela. Hasta allí se dirigió su compañero de trabajo, quien al ver el portón abierto entró en el aparcamiento, donde se encontró a tres jóvenes junto a un vehículo que coincidía con la moto "perdida".

El hombre llamó a la Policía Local, momento que aprovecharon los chavales para irse del garaje. Los agentes se personaron en el lugar y poco después llegó la propietaria de la moto, que corroboró la versión de su compañero. Uno de los agentes se dirigió entonces al domicilio del usuario de la plaza de aparcamiento donde se encontró el ciclomotor y al llegar al portal del inmueble, un joven se le acercó preguntándole "si venía por lo de la moto". Según su versión, se la había encontrado en Gran Vía con las llaves puestas y como llovía mucho la cogió para llegar hasta su casa, aunque tenía intención de llamar a la Policía para devolverla.

Tras entregar la llave, la propietaria pudo comprobar de que en el maletero faltaban un par de guantes, un plumífero, un casco, la pinza y el cable avisador anti bloqueo de seguridad, además de una bolsa con una chaqueta y un pantalón de agua. El joven manifestó que tenía algunas de las pertenencias pero que no sabía dónde estaban el plumífero, los guantes y la pinza. El varón, un vigués de 31 años, fue encartado en diligencias judiciales por un delito leve de hurto.