Admiración y rabia; un silencio de repulsa ante los ataques y un aplauso por el trabajo de los agentes desplazados. Fueron muchos los sentimientos que desprendió la concentración organizada por diferentes colectivos y sindicatos policiales frente a la Comisaría en defensa y apoyo de sus compañeros desplazados a Cataluña pero también un acto de reivindicación ante las condiciones en las que allí operan. "No tienen el material adecuado, las jornadas son intensivas, están cansados, agotados, cada vez van teniendo menos reflejos y eso es peligroso para todos. Se está comprometiendo la seguridad de todo el país", reconocía al término del acto una de las compañeras de Iván Á. F. ,el agente de la UIP de Vigo herido de gravedad durante uno de los ataques el pasado viernes en las inmediaciones de la Jefatura de la Policía en Barcelona.

Su estado, a día de ayer, seguía siendo grave aunque sí presentó una leve mejoría. Según fuentes consultadas, el policía vigués de 41 años fue sometido a un TAC que confirmó la ausencia de lesiones que afecten a su movilidad. El varón seguía intubado ayer por precaución.

A la concentración también se acercó la madre del agente, visiblemente emocionada y a quien sus compañeros tratan de ayudar para que pueda estar con su hijo y su nuera en la ciudad condal.

Las exigencias de los efectivos concentrados discurrían entre la necesidad de contar con refuerzos humanos y materiales a Barcelona así como relevos para que los que se encuentran allí desde hace días puedan descansar. También piden mayor "contundencia" en la gestión de los operativos así como la implicación de la Fiscalía General del Estado "en esta lucha contra el terror". "La estrategia de terror puesta en marcha para atacar a las UIPs buscaba una baja y solo la profesionalidad de los compañeros y su valor ha evitado una desgracia", reafirmaban en un comunicado.