La Universidad de Vigo forma parte de un consorcio público-privado que testará en los próximos meses en el hospital Povisa una plataforma de simulación energética que aspira a conseguir ahorros del 25% y el 15% en los costes de climatización e iluminación. El proyecto Inmena está financiado por la Xunta dentro de la convocatoria Conecta Peme y liderado por la consultora DiagnostiQA. El resto de socios son las empresas Insega y Proyestegal y los grupos de investigación del campus GTE y Geotech.

La iniciativa arrancó en marzo de 2018 y sus responsables se reunieron ayer en la Escuela de Ingeniería de Minas y Energía para analizar los avances y los detalles de la primera fase de prueba en el hospital vigués.

El objetivo del proyecto es desarrollar herramientas de alta automatización para una gestión activa de las demandas energéticas de las edificaciones teniendo en cuenta el consumo de todas las instalaciones y un equilibrio entre el confort y la calidad en los interiores. El interés de estas soluciones radica en que se estima que el 40% de la energía mundial se consume en edificios urbanos . De hecho, la UE se ha marcado como objetivo mejorar en un 27% la eficiencia, ya que el 75% del parque de edificios no realizan un consumo adecuado.

El consorcio ya ha diseñado los dispositivos, uno móvil y los otros fijos, así como las herramientas de simulación energética que utilizarán en el hospital Povisa.

Ruth Doval, de DiagnostiQA Consultoría Técnica, explicó ayer que los dispositivos permitirán monitorizar parámetros de confort como calidad del aire, temperatura, iluminación o humedad, y también de seguridad, entre otros, la presencia de contaminantes como el radón o componentes volátiles.

Con estos datos y utilizando una herramienta de simulación energética se podrá conocer el confort interior de los inmuebles y, a partir de los algoritmos desarrollados por el consorcio, "conseguir un modelo térmico que se asemeje a la realidad de los edificios y, a partir de él, tomar las medidas necesarias para que las estancias sean confortables y eficientes energéticamente".

Los investigadores ya han realizado el modelo geométrico del hospital vigués y, en breve, instalarán los dispositivos que irán recogiendo datos para generar los modelos de las estancias. "Una vez tengamos los datos, comenzaremos a modelar el confort y el modelo energético del edificio. Y utilizando esta información se podrán tomar medias para mejorar estos parámetros", destacó Pablo Eguía, del Grupo de Tecnología Energética (GTE).

Procesado en tiempo real

Los dispositivos y herramientas desarrollados dentro del proyecto Inmena se materializarán en una plataforma de gestión inteligente y automatizada de edificios que procesará en tiempo real toda la información obtenida por la monitorización, la simulación y la regulación de las instalaciones.

Además permitirá reducir en un 50% los tiempos de inspección y monitorización de las edificaciones existentes, así como la elaboración de un modelo tridimensional dos datos obtenidos para facilitar la toma de decisiones energéticas y de rehabilitación. También se podrá disponer de herramientas de modelizado con un retorno garantizado en dos años.