La concejala de Urbanismo de Vigo, María José Caride, defendió ayer que la reducción del proyecto del centro de salud de Bouzas, que pasó de contar con un presupuesto de 2,5 millones a únicamente 1,4, reduciendo el número de consultas planeadas inicialmente y el espacio del ambulatorio, "no es imputable al Ayuntamiento". Caride explicó que "hace años, cuando se presentó el proyecto inicial, fue sometido a la comisión de seguimiento del plan del Casco Vello y de Bouzas y se le dio un informe favorable". "Solo tenían que cumplir una serie de condiciones: mantener los muros y realizar las cubiertas de acuerdo al plan de Bouzas. Aquel proyecto inicial era realizable, si la Xunta no lo hizo es porque no quiso", afirmó la concejala de Urbanismo.

La administración autonómica, por su parte, defiende que el diseño que presentó en un principio no obtuvo la licencia necesaria del Concello y que Patrimonio no autorizaba la actuación. "Para dotar asistencialmente a Bouzas hubo que realizar un nuevo proyecto con unas características adecuadas a la localización de la parcela cedida en 2008 por el Ayuntamiento, que sí que ha recibido el visto bueno de Patrimonio al ser respetuoso con el núcleo histórico del barrio", explica el Sergas.

Dos versiones políticas diferentes de la odisea atravesada hasta llegar a la licitación del centro de salud.