Un conductor temerario y que nunca tuvo carné de conducir, reconoció ayer en el Juzgado de lo Penal 1 de Vigo un delito contra la seguridad vial y otro de atentado a los agentes que lo detuvieron tras una persecución, primero en coche y luego a pie, a los que intentó arrollar, con su vehículo. La confesión le permitió alcanzar un acuerdo con la Fiscalía y rebajar los seis años de prisión que inicialmente pedía el Ministerio Público para él.