El Concello acaba de licitar por 64.837 euros los trabajos para cambiar el sistema de depuración de las tres piscinas de Samil y que pasen a ser de agua salada. Fuentes municipales aseguran que arrancarán en junio y que no obligarán a cerrarlas.

Los técnicos justifican este cambio debido a los "riesgos de accidente" que supone el sistema de cloro actual, tanto en su manipulación como almacenamiento. Además -agregan- los usuarios perciben "un olor desagradable a cloro, lo que puede producir irritación de piel y ojos y daño en el cabello".

Con el nuevo sistema de tratamiento de agua por electrólisis salina el Concello persigue: mejorar la calidad del agua, optimizar su desinfección, ahorrar en el consumo diario, evitar la manipulación de productos químicos, simplificar las tareas de mantenimiento y realizar un control más fiable de los parámetros.