Los centros escolares se han topado con un problema, que lejos de rebajarse, va creciendo año tras año: niños con alergias e intolerancias alimentarias. En la ciudad, uno de cada cuatro escolares -un total de 6.175 este curso- se alimenta diariamente en sus colegios, obligando al servicio de catering o restauración al cargo a diseñar, elaborar y distribuir diferentes menús atendiendo a las necesidades del alumnado. En el caso de Foanpas, colectivo que gestiona los comedores de 28 centros de Vigo, tiene contratado el servicio con Arume, empresa que sirve al día hasta 15 distintos en relación a las exigencias alimentarias de los estudiantes.

Alergias al huevo, pescado o legumbres -y no por gusto- o intolerancias a la lactosa, fructosa o gluten son algunas de las dietas que promueven, pero hay más: blanda, fácil masticación, laxante, sin carne, sin cerdo, sin frutos secos, sin proteína de vaca o sin sal. El único tratamiento contra estas alteraciones pasa, en la mayoría de los casos, por excluir estrictamente de la dieta el alérgeno. Así, partiendo de un menú base para el resto de los alumnos se diseñan los restantes. "Servimos siempre menús muy individuales, procurando siempre la seguridad alimentaria. El objetivo es la satisfacción del comensal", reconocen desde Arume, si bien esa personalización de la dieta debe ir siempre acompañada de una prescripción médica. "Lo primero que pedimos es que nos hagan llegar la dieta que les han recomendado desde el hospital o el servicio de Pediatría, seguimos instrucciones terapéutica y no personales", aclaran en relación a la predilección, por ejemplo, de una familia por un régimen vegetariano.

En total, la cifra de menús que sirve Arume con estas características especiales representa a "10 o 15%" del total de los 2.375 que sirven a diario. "A nivel global es bajo, pero siempre tenemos casos. Las personas que se encargan de servirlos ya tienen identificado al menos para que no haya problemas", amplían desde la empresa.

La nueva normativa en materia sanitaria y nutrición obliga a que los menús colectivos estén adaptados a las necesidades especiales de los comensales que padezcan alergias e intolerancias. Pero además, desde Foanpas también se busca un control tanto de los hidratos como de los fritos o dulces, de modo que esta supervisión garantiza una alimentación equilibrada y sana para los más de 2.300 usuarios de los comedores que gestiona Foanpas en Vigo. "El menú se trabaja mes a mes con la empresa. Ellos nos dan la propuesta del menú y se valora para ver si se hacen algunos cambios en función de los alimentos o la época del año. No hay bollería, los postres son lácteos o fruta y no hay precocinados ni salchichas. Son unos menús muy limpios, no excesivamente salseados. Estamos trabajando en mejorar para que los menús sean cada vez más atractivos", afirma Bertila Fernández, portavoz del colectivo.

Convenio con Teavi

A este respecto, desde la federación de padres y madres de Vigo siempre abogaron, como figura en los pliegos o requisitos de la contratación del servicio de comedores, por dinamizar este espacio y que no solo sea un lugar dónde alimentarse. Así, Foanpas, bajo esta idea de promover la convivencia y dinamizar los comedores escolares, firma hoy un convenio entre Arume y Teavi (Asociación del Trastorno del Espectro Autista de Vigo) por el que se acuerda de usuarios de Teavi puedan realizar prácticas laborales en los comedores de la red de Foanpas en la ciudad.