El área sanitaria de Vigo vuelve a quedarse lejos del objetivo del Sergas de que el 65% de los mayores d e65 se vacunen contra la gripe para evitar el contagio o reducir sus efectos en una población más vulnerable. Aunque lo han hecho casi dos mil personas más, el envejecimiento de la población hace que la cobertura sea prácticamente la misma que el año pasado. Se queda en el 54,64% -frente al 54%- y se mantiene como el farolillo rojo en Galicia -con una media del 59%-.

Frente a los 66.426 mayores de 65 años que han seguido la recomendación de vacunarse, otros 56.304 no lo han hecho. A los centros de salud, donde se junta el grueso de la vacunación, acudieron 61.469 de ellos -el resto lo hicieron en centros privados, residencias u hospitales-.

La cobertura es algo inferior en los de la ciudad que en el resto de la comarca. De los 17 del municipio olívico solo en nueve se logró llegar a la mitad de esta población diana. El que mejor resultado obtuvo, como años anteriores, fue el de Matamá (63,1%) y se aúpa al tercer puesto de todo el área. Le siguen los de Sárdoma (59,3%) y Bembrive (58,5%), que se desmarcan del resto. Los otros seis mejores -A Doblada, Beiramar, Bolivia, Rosalía de Castro, Colmeiro y Teis-, superan por poco el 50%.

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En el otro extremo se sitúa el de Coia que es, precisamente, el que más mayores tiene -8.373-. Solo el 43,8% se inmunizaron este año. En el de Rúa Cuba solo le superaron en un punto porcentual.

El único del área que logra el objetivo fijado por el Sergas es el de Arbo (66,3%) y le sigue Aldán, que se queda a las puertas (63,9%). De los 33 centros de salud del resto de municipios del área, han logrado que se pinchen más de la mitad en otros 21 -23 en total-. El peor resultado fue el del consultorio de Valeixe (A Cañiza) que inmunizó a un tercio de sus 366 mayores.

La gente se conciencia más cuanta más edad tiene. Así, en el grupo de 60 a 64 años se pincharon poco más de una cuarta parte (22,61%); de 65 a 69 años, dos de cada cinco (41,53%); de 70 a 74 años, algo más de la mitad (54,29%); y suben la media los que superan los 74 (62%). Fueron 36.557, más de la mitad de los mayores inoculados.

Donde sí se experimentó un incremento notable, al igual que en el resto de Galicia, fue en las embarazadas. Aumentó en un 70% hasta las 1.577 vacunas. No porque haya más gestantes, sino que probablemente por una mayor concienciación sobre la importancia de la vacunación entre los profesionales que se la deben recomendar. Este incremento provocó que algunos centros de salud sufrieran desabastecimiento de la vacuna -estrenaban una más efectiva- en el periodo de ampliación de la campaña.

También subió la vacunación entre el personal sanitario, que pasó del 36% al 46%.