Desde que Cedro comenzó a funcionar, hace 34 años, sus profesionales percibieron la necesidad de complementar los tratamientos puramente asistenciales con otras actividades terapéuticas y ocupacionales. Años después se creó para ello su Unidad de Día en la que, poco a poco, fueron ganando más peso las primeras.

Esta unidad trabaja con pacientes cronificados. Se les intentaba dotar de algunas habilidades y que encontraran en el centro un sitio de referencia para el contacto social, para estructurar sus horarios y para estar ocupados. Sin embargo, con los nuevos perfiles de usuarios, el centro de día trata de evolucionar hacia un modelo más volcado a trabajar en la rehabilitación funcional de las personas. Ahora buscan pelear contra la cronificación. Así, según su memoria de 2018, las actividades se han ido modificando para ofrecer respuestas asistenciales más flexibles y adaptadas a las distintas necesidades del destinatario y de su nivel cognitivo, ejecutivo o motivacional.

En esta línea, el año pasado se puso en marcha una iniciativa apara potenciar la adherencia a los programas de rehabilitación de la unidad de día. Como estos son estructurados y bastante exigentes, esta actividad busca ofrecerles una primera toma de contacto a modo de incentivo, para que se impliquen. Se puso en marcha en febrero del año pasado y, al cabo del año, habían acudido 28 personas. Once seguían en él al terminar 2018. Seis decidieron continuar con el programa regular de rehabilitación. Diez abandonaron.

El perfil del usuario de la unidad de día, en la hubo 59 personas en 2018, es diferente al general del adicto que acude a Cedro para tratarse. Se caracteriza por un envejecimiento progresivo, con una media de 46 años, difícil reinserción social y alta prevalencia de otras enfermedades como hepatitis C (39%) o VIH (20%).

La heroína es la droga principal a la que es adicto el 61% -y un 3% a la metadona-. El alcohol es la de otro 15%; la cocaína, del 14%; y el cannabis, del 7%. El 86% son hombres. El 77% están solteros y el 13%, separados. Menos de un tercio (32%) cuenta con estudios de Secundaria.

Junto a Alborada, Cedro es la unidad que se hace cargo de los servicios asistenciales a la drogodependencia en la ciudad. A pesar de que es una competencia autonómica, las arcas municipales sufragan el 60% del presupuesto de esta institución. Su intervención es más compleja que la administración de tratamientos, con multitud de actividades.