Las principales arterias de Vigo se someterán a una profunda operación de cirugía en apenas un mes. El Concello ha decidido intervenir de una tacada en los viales con mayor intensidad de vehículos y, por lo tanto, también los más castigados y deteriorados. Con una inversión que roza los 2,3 millones de euros, entre abril y mayo las máquinas entrarán de lleno en la avenida de Castelao, Arquitecto Palacios, el túnel de Beiramar, Areal y Urzáiz para reparar por completo el pavimento y reasfaltar todas ellas.

La actuación más ambiciosa en materia de inversión se realizará en Coia. Al igual que en el resto de viales, en los últimos años se realizaron reparaciones puntuales para tapar baches y fisuras que se abrieron por el desgaste de los más de 20.000 vehículos que atraviesan cada día la avenida de Castelao. Pero ahora las máquinas entrarán a fondo. La obra está ya adjudicó por 750.468 euros y, salvo sorpresa, los trabajos se realizarán en abril.

También el próximo mes el Concello tendrá que realizar cortes en la céntrica calle Areal para su reasfaltado. Aunque todavía no se han fijado las fechas para estas dos obras, las Concejalías de Tráfico y Fomento apostarán probablemente por el periodo de Semana Santa -cuando la intensidad de tráfico se reduce considerablemente en Vigo- para proceder a la nueva pavimentación. Esta actuación también está ya adjudicada: 320.261 euros.

La situación se complicará en mayo. A las obras en marcha en multitud de calles del centro de la ciudad, como Plaza de América, Camelias, Aragón y las ubicadas en los 10 kilómetros del carril bici entre Samil y Teis, se sumarán otras dos que se licitarán en los próximos días: Arquitecto Palacios (703.637 euros) y el túnel de Beiramar (365.632 euros). Todas estas actuaciones provocarán importantes restricciones en la circulación de vehículos y obligarán al departamento municipal de Tráfico a ejecutar un ambicioso plan alternativo de desvíos en el que están ya trabajando.

Tanto Arquitecto Palacios como el túnel de Beiramar son dos de los viales que están peores condiciones. El primero soporta cada día el paso de más de 20.000 vehículos diarios en cada sentido y, al igual que el subterráneo de Orillamar, presenta multitud de desperfectos y baches en la calzada que ponen en peligro la seguridad de los conductores, particularmente de los motoristas. La misma carga de automóviles tiene el subterráneo. En este caso, aunque en los últimos años se mejoró su señalización e iluminación, el asfalto no se tocó. Ahora se renovará por completo.

También en mayo se actuará en pleno corazón de Vigo: la calle Urzáiz, entre Colón y Gran Vía. Según la memoria del proyecto, licitado por 150.000 euros, las capas del firme se encuentran dañadas por varios motivos. Primero, por el fuerte tráfico de vehículos que soporta este tramo y, particularmente, por los múltiples autobuses que circulan por él. Cada día pasan 14.305 vehículos en sentido Gran Vía y más de 3.700, hacia Colón. La existencia del parking subterráneo también tiene consecuencias. "Ha provocado la aparición de fisuras", apuntan en el informe técnico. Además, el tendido de redes de servicios con la apertura de zanjas ha provocado discontinuidades en el firme y también la aparición de fisuras superficiales.

Este ambicioso plan de reasfaltado en el centro de la ciudad se suma al ya aprobado por 5 millones de euros para humanizar 58 viales del rural.

Fin a los empedrados

Por otra parte, el Concello continuará su guerra contra los viales empedrados y está ya cada vez más cerca de acabar con los problemáticos adoquines con los que se reformaron multitud de viales del centro de la ciudad hace algo más de una década y cuya solución se demostró fallida, tanto por su desgaste y constantes roturas y hundimientos, como por los ruidos y vibraciones que sufren los vecinos en las viviendas colindantes. Tras eliminar el empedrado en Plaza de Compostela y García Olloqui, haber contratado la misma obra en Luis Taboada, el alcalde, Abel Caballero, anunció ayer que también se actuará con asfalto "antirruido" en la deteriorada calle Carral, que se "rehumanizará". En este entorno quedarán ya solo adoquinadas: Marques de Valladares, Reconquista y Velázquez Moreno, todas ellas con los mismos problemas.