Vigo no será el único puerto objetivo de la ofensiva de Leixões en el tráfico de contenedores. Hasta ahora le bastaba con rivalizar con el vecino gallego, pero al gigante turco que controla la terminal contenerizada de Oporto y otras seis en Portugal aspira a bastante más. Por si había alguna duda del alcance de la meta que se marca el concesionario Yilport, su propietario, Robert Yildirim, lo dejó claro en el reciente acto de presentación del nuevo muelle de contenedores. "Queremos competir con los puertos españoles, especialmente con Barcelona y Valencia".
El máximo responsable del holding empresarial con tentáculos extendidos en Galicia donde posee la terminal de contenedores del puerto exterior de Ferrol ofreció algunos detalles de la estrategia comercial que desplegará desde Leixões el pasado viernes, en la ceremonia de lanzamiento de la infraestructura en la que invertirá 43,4 millones. Tras subrayar el retorno para la economía local derivado de este importante desembolso en forma de "nuevos puestos de trabajo y nuevos negocios", Robert Yildirim reveló que su objetivo es "competir por la carga que va para el centro de España". ¿Y cómo se propone conseguirlo? "Ofreceremos tasas y servicios más apetecibles, por eso creemos que los dueños de esas cargas harán escala en Leixões", completó.
Con 8,5 millones de toneladas, Leixões casi duplicó el año pasado, como sucede desde el último lustro, el movimiento de mercancías sumado en total por los tres puertos del sur de Galicia (Vigo, Marín y Vilagarcía). En el ranking luso, la terminal de Oporto ocupa el segundo puesto por detrás de Lisboa aunque por las declaraciones del empresario turco, de cumplirse sus planes, al menos en volumen de contenedores el puerto del norte luso tardará más bien poco en alcanzar a la de la capital del país. Yildirim enfatizó su disposición a "discutir y ayudar en lo que sea necesario para configurar el puerto de cara el futuro". "También en sus conexiones", agregó en lo que la prensa local vinculó a la potenciación de los enlaces ferroviarios.
Para el potente grupo empresarial, la nueva terminal de contenedores que todavía tardará año y medio en construirse es ya la "joya" de la veintena de infraestructuras que controla en total, entre las ubicadas en Europa y Sudamérica. Tal y como está proyectada supondrá un cambio radical en la fisionomía del puerto de Matosinhos al ejecutarse sobre una plataforma terrestre donde concurren varios usos como el de carga Ro-Ro -con rampa incluida-, una marina deportiva y el pesquero.
Precisamente a costa del sacrificio de este último ámbito, la remodelación habilitará 15 hectáreas explanadas de las cuales 2,4 se destinarán al almacenaje de depósitos llenos. Además ofrecerá 500 metros de línea de atraque con un calado de 14 metros de manera que podrá recibir grandes buques de la categoría "Post Panamax", paliando así una de las principales debilidades de los muelles de Oporto. Con esta actuación, la terminal sur pasará de los actuales 450.000 Teus anuales a 660.000, por lo que contando los manipulados en el muelle norte, situará la capacidad total del puerto de Leixões a 860.000 contenedores.
