Lo que se suponía que sería una jornada de reivindicación y protesta para la comunidad venezolana residente en Vigo, acabó siendo una fiesta. La Asociación Amigos de Venezuela convocó ayer una concentración en la Farola de Urzáiz contra el régimen de Nicolás Maduro y para mostrar su respaldo a Juan Guaidó después de que el Tribunal Supremo del país revocase su toma de posesión como presidente del Parlamento. No obstante, poco después del inicio de la movilización, que congregó a alrededor de doscientos venezolanos residentes en la ciudad olívica, saltó la noticia de que Guaidó se había proclamado presidente interino del país sudamericano. Cuando se enteraron, los asistentes a la concentración estallaron en una sentida ovación y cantaron el himno venezolano. "El destino de nuestro país está ahora en manos de Juan Guaidó", celebraron.
"Venezuela es el mejor país del mundo, pero está destruido. Es muy bello pero está tomado por la dictadura", clamaban los portavoces de la movilización.
Nicolás Maduro estuvo en el centro de las reivindicaciones. Cánticos contra el sucesor de Hugo Chávez se sucedieron desde las 19.00 horas mientras vigueses se unían a la concentración. "Nos solidarizamos con lo que está pasando en Venezuela y con el sufrimiento desde la lejanía de los que están viviendo aquí", explicaba una vecina.
Al acto acudió la portavoz del PP de Vigo, Elena Muñoz, que no dudó en tomar la palabra cuando se lo solicitaron. "Desde el Partido Popular de Vigo estamos con todos los venezolanos. Os apoyamos en vuestra lucha", clamó Muñoz.
El líder de la oposición venezolana Juan Guaidó se autoproclama presidente // ATLAS
Los testimonios de los asistentes a la manifestación ponían la piel de gallina. Entre ellos el de Ángel, un joven de 18 años que llegó hace dos a Vigo escapando del régimen venezolano. "Me intentaron secuestrar por ser familia de un gobernador de un partido opuesto a Maduro. Tuve que escapar porque estaba en peligro", recuerda.
La emoción era patente en los rostros de las personas que se congregaron ayer en la Farola. Las lágrimas asomaban en la mayoría de ellos. Como el de una mujer de origen canario que vivió toda la vida en Venezuela pero que hace once años se vio obligada a emigrar a Galicia. "Quiero volver con mi marido que sigue allí, pero no puedo. Llevamos muchos años separados", se lamentaba emocionada.
Es la historia de la mayoría de venezolanos residentes en Vigo, que se vieron obligados a separarse de sus familias. Muchos llegaron a la ciudad escapando del régimen venezolano y en busca de nuevas oportunidades. "Tuve que venir a Vigo para estudiar la ESO. En mi país no tenía ninguna opción", exclamaba Victoria Llamazares, que acudió a la concentración con su abuela y que llegó hace dos años a la ciudad olívica.
En apenas un año, la comunidad venezolana en Vigo pasó de algo más de 900 personas a alrededor de 1.400. La mayoría son mujeres. El incremento de venezolanos que han llegado a la ciudad en los últimos años ha sido espectacular, especialmente desde 2015. A día de hoy, la colonia venezolana ya es la segunda en la ciudad, y muy cerca de convertirse en la primera. El año pasado ya logró superar a brasileños y rumanos y solo está por detrás de los portugueses.
