A poco más de una hora en coche desde Vigo funcionará dentro de un año una megaterminal ferroviaria pensada para que los puertos de Leixões (Oporto) y Sines (al sur de Lisboa) amplíen su ya poderosa musculatura competitiva. El proyecto se ejecutará en Vila Nova de Famalicão con una inversión de 35 millones de euros que en su mayoría correrán a cargo de su principal promotor, Medway, la compañía especializada en el transporte de mercancías por tren creada por la naviera MSC, segunda del mundo en movimiento de contenedores, el mismo puesto que ocupa en la terminal viguesa de Guixar. Con esta infraestructura de 200.000 m2 de superficie y dotada de media docena de líneas, Portugal gana un Puerto Seco que por su capacidad distribuidora de mercancías hacia el resto de Europa ambiciona a crear a su alrededor el mayor polo industrial del norte luso.
Acaban de cumplirse tres años desde que el grupo naviero italiano con sede en Ginebra (Suiza) adquiriese la empresa pública de transporte ferroviario de mercancías, CP Carga, y en todo este tiempo no ha parado de potenciar en Portugal una modalidad logística que los expertos del sector consideran clave para el futuro de los puertos. Como el hito que supuso en el país vecino cuando en abril del pasado año Medway unió por tren los puertos de Sines y Sevilla. Con toda la transcendencia histórica de esta línea, no tiene parangón con el proyecto que en un comunicado emitido este lunes por la Cámara Municipal (Ayuntamiento) de Vila Nova de Famalicão presentaba como "la mayor terminal ferroviaria de mercancías de la Península Ibérica" especificando al mismo tiempo que "servirá a los puertos de Leixões y Sines".
Las cifras hablan por sí solas, empezando por ese coste estimado en 35 millones que como recalcaba ayer un orgulloso alcalde Paulo Cunha "no supondrá ni un euro de gasto para nuestra localidad". Medway asumirá casi la totalidad de la inversión necesaria para acometer la infraestructura mientras que las obras complementarios, como la preparación de los terrenos, dotación de servicios y adaptación de los viales las pagará el ente público Infraestructuras de Portugal (IP).
De acuerdo a los detalles avanzados hasta la fecha, la megaterminal se construirá sobre 200.000 m2 localizados en Lousado, zona donde ya están establecidas importantes compañías como Continental o Mabor, y muy próxima al polígono industrial de Ribeirão. Dispondrá de seis líneas férreas y una capacidad de aparcamiento para 10.000 contenedores que equivaldría a un movimiento anual superior a los 500.000 Teus al año (en Vigo se mueven en torno a los 200.000). Tampoco escatimarán en medios al presumir sus promotores que estará equipada con las "tecnologías al nivel de las mejores del mundo".
En Famalicão se celebrará hoy la firma del protocolo que simbolizará el arranque del proyecto. Presidido por el ministro de Planeamento e Infraestructuras, Pedro Marques, participarán, además del alcalde de la localidad, el presidente del Consejo de Administración de Medway, Carlos Vasconcelos y representantes del organismo IP. De unas recientes declaraciones de directivos del operador se desprende que el objetivo es que las obras se inicien dentro del primer trimestre de 2019 para que el hub ferroviario pueda estrenarse a principios del próximo año.
Más de 100 puestos de trabajo
Sin olvidar los más de 100 puestos de trabajo directos que se crearán, el regidor de la localidad beneficiado pone el acento en la repercusión económica para su área. "Es una inversión que potenciará muchas otras inversiones que estarán asociadas. Las empresas que se asienten en este entorno tendrán mayores condiciones competitivas para distribuir sus productos en el mundo entero y en particular en Europa", incidió Paulo Cunha a preguntas de una televisión local.
Como siempre ocurre con cualquier iniciativa de parecida índole que venga del otro lado de la frontera, en Vigo se recibe con cierto recelo. Más todavía si sirven para ampliar la capacidad competitiva de unos puertos como los de Leixões, en particular, que operan ya con una clara ventaja, la conexión ferroviaria, de la que Vigo carece todavía incluso en unos muelles como los de la terminal de vehículos de Bouzas a los que todavía los lusos no han podido arrebatar su liderazgo en la costa atlántica peninsular.
Precisamente por su convencimiento de los riesgos a los que se expone el puerto vigués de continuar mucho más tiempo con esta desventaja, su presidente pisó en los últimos meses el acelerador de una serie de gestiones al más alto nivel para no solo suplir la carencia del tren en la terminal Ro-Ro sino que buscan mejorar las líneas que enlazan con el muelle de contenedores y el resto de los comerciales. De momento, ninguna de estos contactos se ha sustanciado en algún compromiso firme u oficial por parte del administrador ferroviario Adif.
