Las clínicas veterinarias del entorno de Castrelos y O Castro han recibido en las últimas semanas a varios perros que estuvieron en contacto con procesionarias. "Hemos tenido varios casos de animales que nos han llegado vomitando y con urticaria en la piel. Hay que recordar que cualquier contacto con la oruga es peligroso", explica Cristina Leiro, veterinaria de la clínica Castrelos.

Los profesionales recomiendan que, ante los primeros síntomas, es imprescindible llevar al animal inmediatamente a un veterinario para que reciba el tratamiento adecuado y el problema no se agrave. Generalmente se le trata con corticoides de acción inmediata y antihistamínicos.

La situación es especialmente complicada teniendo en cuenta que muchas personas no conocen los peligros de la procesionaria. "Tienen que tener cuidado y fijarse mucho por dónde pasean, especialmente si están en un parque con pinos", explica otra profesional de Vigo. Si los animales o cualquier persona ingiere una de estas larvas, sufrirán con toda seguridad diarreas o vómitos.

Los expertos avisan de que los pelos de las orugas pueden provocar reacciones alérgicas e inflamatorias, e incluso anafilácticas en personas y animales más sensibles. Advierten además que no es imprescindible el contacto directo con la procesionaria, por lo que insisten en la precaución a la hora de pasear por zonas infectadas por esta plaga. También recomiendan avisar inmediatamente al Concello para que actúe sobre la zona afectada.