Zona Franca trabaja en soluciones de urgencia para dotar de suelo a las empresas en la comarca de Vigo. A las ampliaciones de los polígonos de A Pasaxe (Vincios) y Valadares, ya encarriladas, el Consorcio suma ahora la del parque de Porto do Molle (Nigrán), cuya superficie para industrias está prácticamente agotada. De la mano del Concello nigranense, los técnicos de Zona Franca trabajan en dos soluciones para aumentar su capacidad: una rápida, que es el cambio de uso de 44.000 metros cuadrados reservados en la actualidad para edificios de oficinas para que puedan instalarse industrias; y otra a medio plazo, que es la ampliación en unos 250.000 m2 del parque, lo que necesita encaje en el nuevo PXOM del municipio.
La historia y evolución de este polígono de un millón de metros cuadrados en pleno corazón del Miñor es la de la crisis. El parque se puso en marcha en pleno crack de la economía y su arranque fue lento y complicado, hasta el punto de que en 2011 solo había un par de empresas instaladas, lo que puso en duda todo el proyecto. Pero a la vez que el área de Vigo fue superando la crisis, y a pesar de la dura competencia que durante todos estos años ha ejercido el norte de Portugal -que casi regaló el suelo para captar inversiones-, Porto do Molle fue creciendo y en la actualidad acoge más de un centenar de empresas con unos 2.000 trabajadores y se ha convertido en objeto de deseo para las industrias viguesas. Es decir, en siete años ha pasado de ser un desierto industrial a colgar el cartel de completo.
De hecho, solo quedan dos parcelas disponibles, lo que ha puesto en guardia a la Zona Franca, que admite que de no tomar medidas "en próximas fechas tendremos que empezar a informar a los demandantes de suelo de uso industrial que no hay parcelas disponibles", lo que, advierte, conlleva el riesgo de que estas empresas opten "en el mejor de los casos por otra ubicación en nuestra comunidad y, en el peor, por deslocalizarse y desplazar su actividad a países de nuestro entorno", en clara alusión al norte luso. Ante este contexto, los técnicos del Consorcio, en colaboración con el Ayuntamiento de Nigrán, trabajan en dos soluciones que permitirán aumentar la capacidad del polígono a corto y a medio plazo.
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La primera, que podría estar resuelta en el primer semestre de 2019, es un cambio de uso de la mitad de los terrenos del polígono destinados a servicios múltiples, en los que, a priori, solo se podrían construir edificios para oficinas. En concreto, de las manzanas 15 y 16 -las que rodean la planta de Delta Vigo-, actualmente vacías y sin demanda, y que suman un total de 44.283 m2. Zona Franca ha solicitado al Concello nigranense que permita este cambio de uso amparándose en la derogación de los límites de edificabilidad y ocupación que en su momento condicionaron la ordenación del parque. "Entendemos razonable que, con el cambio legislativo, podamos abordar una pequeña modificación de usos en los documentos de planeamiento que regulan la ordenación del parque de forma que esas dos manzanas puedan ampliar sus posibilidades y destinarse a usos industriales", esgrime el Consorcio en su petición al Ayuntamiento.
La segunda solución, en la que también están trabajando Zona Franca y Concello, ya que se necesitaría integrar en proyecto en el nuevo PXOM del municipio miñorano, es la ampliación del polígono en 250.422 m2, lo que representaría ganar un 25% más de terreno. Esta ampliación, como se observa en el gráfico que acompaña a esta información, se realizaría hacia la zona de monte que rodea al actual Mercadona, cuyos usos estarían aún por decidir, pero que según fuentes del Consorcio que dirige David Regades, podrían ser terciarios y para industria "blanda".
Estos 250.422 m2 de Nigrán, sumados a los 252.484 del Parque Tecnológico y Logístico (Valladares) y a los 400.000 de A Pasaxe, en Vincios, donde el Consorcio ha llegado a un acuerdo con los empresarios para respaldar la ampliación del parque -una vez se reordene el actual-, sumarían cerca de un millón de metros a disposición de las empresas en un horizonte de no más de tres años, y en enclaves considerados estratégicos por su proximidad para industrias como la automoción.
