Horas antes de que Pedro Sánchez celebre hoy su Consejo de Ministros en Barcelona rodeado de fuertes medidas de seguridad, el alcalde de Vigo y presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) ofrece la urbe olívica como escenario para una de sus próximas reuniones. Abel Caballero quiere seguir potenciando la imagen de la ciudad a nivel nacional y ayer realizó esta invitación formal al presidente del Gobierno durante el encuentro que mantuvieron en Moncloa para evaluar las demandas y necesidades de los más de ocho mil ayuntamientos españoles. El regidor acudió a la cita con un libro de las Islas Cíes como obsequio para Sánchez, quien le transmitió su deseo de conocerlas pronto junto a su familia. "Si viene con la iluminación navideña, mejor que mejor", expresó el regidor a la salida de la reunión que se prolongó durante algo más de una hora.

Pero más allá de esta invitación concreta para incluir Vigo en los planes del Ejecutivo, el encuentro con el que Sánchez ponía fin a la ronda de contactos con los presidentes autonómicos y que por primera vez incorporaba a la FEMP sirvió para dejar de manifiesto lo que Caballero definió como "el compromiso municipalista del Gobierno". A su juicio, significa que el presidente reconoce a los gobiernos locales el estatus de Estado. "Está apostando por los ayuntamientos y las diputaciones", destacó tras calificar el encuentro como "extraordinario" y la apertura de una nueva senda en las relaciones entre ambas partes.

Según explicó el alcalde de Vigo a la salida, el Ejecutivo "ve con buenos ojos" la propuesta de la FEMP destinada a la modificación del techo de gasto para que se tenga en cuenta el presupuesto aprobado y no el liquidado y se obtuvieron compromisos para avanzar en la utilización del superávit que los entes locales volverán a lograr en este 2018 en nuevas cuestiones como construir escuelas infantiles, bibliotecas, viviendas sociales o puntos de recarga para vehículos eléctricos, entre otros sectores.

La FEMP apuesta por abrir el abanico de las inversiones a las que se puede destinar el superávit para seguir reforzando la política social en los ayuntamientos en "concordancia" con lo que definió con unos presupuestos estatales "de alto contenido social". Caballero recordó además que los municipios tienen 25.000 millones de remanentes líquidos de tesorería que están en los bancos y los alcaldes "queremos utilizar en nuestras ciudades". El Gobierno ve "factible" que se pueda echar mano de un 20% de esos fondos y anunció una próxima reforma de la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local que restó competencias locales.

De forma inesperada, tras el encuentro Caballero se convirtió además en embajador del vehículo eléctrico trasladando su experiencia personal e invitando al resto de alcaldes a utilizarlos: "Gasta un euro por cada 100 kilómetros y funciona espléndidamente en la ciudad", aseguró tras acordar con Red Eléctrica un aumento de los puntos de recarga.