El sector camina inexorablemente hacia el coche autónomo y conectado, y pese a los avances logrados en Vigo en ambas materias -sobre todo gracias a la alianza PSA-CTAG-, Galicia no cuenta con proveedores de electrónica (Portugal sí, como Bosch). Bueno debería en este punto empujar para que la comunidad sea atractiva para las empresas de electrónica, que sin duda jugarán un papel crucial en el futuro del sector, completando así la cadena de valor de la automoción gallega (que ahora está en el 70%). Sin duda volverá a contar con el apoyo de todo el equipo vigués y de las administraciones, que es uno de los valores que PSA siempre ha valorado.