La planta de Volkswagen no es la única víctima de la paralización que sufre desde hace un mes el puerto de Setúbal. De la misma manera que Autoeuropa necesita de esa terminal para exportar su producción, fábricas localizadas en otros países también pero para lo contrario, enviar coches a Portugal. Y esta es la razón de las escalas imprevistas que está recibiendo desde hace una semana la terminal Ro-Ro de Vigo.

Precisamente los muelles de Bouzas recibieron ayer un nuevo barco desviado de Setúbal, el Themis Leader, que amarró con un único cometido: descargar 350 coches de Isuzu y Mitsubishi, operación que debió realizar a un ritmo frenético para que pudieran entrar los dos buques programados por la mañana.

Para la próxima semana se espera más desvíos, y por las previsiones que avanzan a los operadores locales, descargarán "volúmenes importantes". Coches de diferentes marcas -BMW es una de las que ya negocia el desembarco frecuente en Vigo de su producción con destino Portugal- que como los que dejó ayer el Themis Leader permanecerán muy poco tiempo en suelo boucense, de donde partirán montados en camión para su distribución por la red de concesionarios lusos. Así que la intensa actividad que registrará la terminal viguesa hasta final de año y que probablemente continuará en 2019 se deberá en buena medida al conflicto de Setúbal.