A pesar de la reivindicación de empresarios y docentes de que Vigo contase con el primer Campus FP de Galicia y España, este pionero proyecto se quedará solo en eso. La Consellería de Educación confirmó que la partida que la Xunta asignaría a desarrollar esta gran área educativa e industrial para la Formación Profesional se destinará a "otras necesidades".
En concreto, suponía la inyección de 7,1 millones de euros para la gestión y mantenimiento de un campus de FP en un área tan empresarial como Vigo en el que los 7.200 estudiantes desarrollarían sus patentes, potenciarían su I+D+i y trabajarían en un vivero dotado de maquinaria y bajo una infraestructura nueva.
Y es precisamente la construcción de este nuevo edificio el que rompió con las negociaciones del proyecto. La Xunta de Galicia llegó a un acuerdo con Zona Franca durante el mandato de la anterior delegada Teresa Pedrosa por el que la institución invertiría 5,5 millones para la construcción del inmueble, que preveía erigirse en una parcela de 4.000 m2 junto a la A-55, frente a los CIFP Manuel Antonio y Valentín Paz Andrade. Pero tras la llegada del actual delegado David Regades, y alegando "apercibimientos" en otros convenios, decidió retirar esta aportación económica a pesar de considerar la idea como "excelente".
La Xunta y Consellería, si bien en un primer momento instaron la búsqueda de otras alternativas para desarrollar este proyecto, ratificaron a los pocos días que el campus "no saldrá adelante" sin Zona Franca, decisión que ahora pone de manifiesto la conselleira Carmen Pomar para explicar los presupuestos de Educación para el próximo año.
En ellos, se contempla desarrollar "el primer Campus FP, para impulsar una educación de vanguardia, altamente integrada en el sistema educativo y que responda eficazmente a las necesidades del mercado laboral". Pero desde Educación ya ha manifestado que el compromiso de la Consellería para esta iniciativa "se destinará a otras necesidades" y argumentan que esta decisión es consecuencia de la "renuncia de Zona Franca a cumplir con la parte del proyecto, orientado a apoyar el emprendimiento y el tejido económico de la comarca de Vigo".
Por su parte, desde Zona Franca alegaron que este proyecto no encaja en sus estatutos al carecer de competencia en materia de educación. David Regades aludió en su momento a advertencias del Ministerio de Hacienda y Tribunal de Cuentas en relación a otros convenios en los que la institución había invertido.
Además del alumnado, los empresarios del área viguesa son otros de los perjudicados con la paralización de esta iniciativa. Desde la CEP apremiaban el campus definiéndolo como una apuesta para el crecimiento de las empresas. Además -al destinarse la partida de Zona Franca a la construcción del edificio- propusieron ceder una de sus instalaciones para que el proyecto arrancase.
Tan solo ocho meses después de su presentación, todo parece indicar que la iniciativa quedará reducido a mero papel.
