Decenas de carballos plantados por más de 1.400 estudiantes vigueses de ocho colegios devolvieron ayer la vida que le quitaron los graves incendios de octubre de 2017 a uno de los terrenos quemados de la parroquia de Valladares. La iniciativa, que cuenta con el apoyo de la Mancomunidad de Montes de Vigo, concluyó con una cadena humana como símbolo de abrazo al Monte dos Pozos, un parque forestal que fue completamente arrasado por las llamas, que dejaron a su paso hace un año un total de 49.171 hectáreas quemadas (un 23% de esta superficie era Red Natura), cuatro muertos, casas reducidas a cenizas y miles de desalojados.

Una pesadilla que los más jóvenes tuvieron ayer muy presente, ya que recordaron como 20 incendios distintos amenazaron la ciudad, llegando incluso las llamas hasta Plaza de España. Uno de los más comprometidos durante la jornada de repoblación, y que escuchó atentamente las instrucciones para plantar los árboles fue Roque, estudiante de tercero de primaria del CEIP Escultor Acuña. "Plantamos las landras de los carballos y cuidamos su crecimiento durante todo un año hasta hoy. Hacer esto es satisfactorio porque los incendios mataron a varias personas y esto va por ellos", afirmaba, mientras acababa de poner tierra cuidadosamente alrededor del árbol plantado con sus compañeros.

A pocos metros, Lucas Lago, del CEIP Sobreira de Valladares, observaba los árboles que habían sido colocados por el terreno. "Ya traíamos el carballo con tierra tratado y lo metimos cuidadosamente en el agujero que cavamos. Me gustará venir aquí dentro de un tiempo y comprobar lo bien que habrá crecido", dice

Los más pequeños, de tan solo cinco años, como Alejandra y Sergio, estaban abrumados por la cantidad de estudiantes que les acompañaban para la plantación pero tenían muy clara la razón por la que estaban allí. "El año pasado todo esto se quemó y nosotros debemos arreglarlo poniendo semillas aquí y regando", aseguran ambos al unísono, bajo la atenta mirada del alcalde, Abel Caballero, y el Jefe Territorial de Educación, César Pérez. Ambos fueron los encargados de descubrir la placa conmemorativa de la labor que estos miles de alumnos vigueses realizaron en ese terreno, plantaron un árbol a medias y debajo enterraron una urna en cuyo interior estaban los nombres de todos los jóvenes.

Una vez acabadas las tareas en Valladares, casi todos los niños subieron hasta el Monte dos Pozos, donde hicieron una cadena humana cercana al estanque que rodea todo el parque forestal. Allí estuvo una de las principales impulsoras de esta iniciativa, Mónica Otero, del CEIP Escultor Acuña. "El equipo de la biblioteca del centro propusimos trabajos temáticos y los niños escogieron el del bosque a raíz de los incendios. Germinamos las landras de carballo en el huerto escolar y durante el verano las cuidaron los alumnos en sus casas", detalla, a lo que añadió que "nada hubiera sido posible sin el apoyo de Montes de Vigo", que se encargaron de preparar el terreno para plantar en Valladares y toda la logística.

"El principal objetivo que perseguimos es dar voz a los niños en este tema porque el interés surgió de ellos y por la sensibilidad medioambiental que desarrollaron debido a lo que sucedió", explica. Otero quiso remarcar que la de ayer fue "una plantación simbólica que quiere tener continuidad y para la que se está diseñando un plan de repoblación".

A las 11.15 varios buses recogieron a los chicos de los CEIP Sobreira-Valadares, Tintureira, Josefa Alonso, Eduardo Pondal,O Pombal, Castelao, Escultor Acuña e Igrexa Candeán y del IES Valadares, que "trabajarán duro para que Vigo se recupere".

Por otra parte, hoy desde las nueve de la mañana en el Monte do Maruxento en la parroquia de Matamá hay una jornada de eliminación de eucaliptos organizada por el colectivo Malaherba.