Jaime Sieres es uno de los docentes de Industriales autorizados para utilizar Turnitin. Él es el responsable de someter a verificación todas las tesis doctorales. Desde finales de 2014 hasta la actualidad, el sistema ha analizado un total de trece y todas han superado la prueba con éxito.

"La comisión académica del programa de doctorado exige que todas las tesis pasen este filtro y que también cuenten con un artículo publicado. Esto supone que ya ha habido un análisis previo de evaluadores externos. Todos los estudiantes lo saben y nunca se ha dado un caso de plagio. La única vez que detectamos un porcentaje de similitudes muy elevado se debió a que la tesis era un compendio de artículos del autor, un formato que está permitido", explica Sieres.

Los trabajos se suben de forma anónima al sistema, que tarda alrededor de un día en generar su informe. Por ahora, el sistema solo busca similitudes en documentos en español e inglés y permite a cada usuario establecer diferentes filtros, como el número de palabras coincidentes o la exclusión de frases entrecomilladas o determinadas fuentes.

Sieres puede consultar la fuente de la que procede el texto original, aunque, en caso de sospecha de fraude, sería la comisión, a la que él remite los informes, la encargada de determinar si realmente existe plagio y adoptar las medidas que considere oportunas.

"Un valor elevado de coincidencia puede estar justificado y, sin embargo, otro más bajo, resultar delicado. No es lo mismo una similitud en la introducción del trabajo o porque se cita documentación técnica, que en la parte de cálculo o de resultados", añade el director de la escuela, Juan Pardo.