Cafeterías para desayunar, panaderías que conservan recetas tradicionales e innovan en los dulces, locales de pizza al corte, tiendas de estilo urbano con tenis de las últimas marcas o negocios de gominolas con decoración digna de película. Estos son algunos de los locales, que desde hace semanas, meses o pocos años están en la "zona cero" de la ciudad, que abarca, entre otros, la calle Carral, Porta do Sol o Plaza de Compostela.

Las razones que provocaron esta renovación en el centro son diversas. Una de ellas es la regeneración del Casco Vello desde hace aproximadamente siete años, convirtiéndose en una de las zonas populares por excelencia a la que favorece la proximidad al puerto marítimo. Otro de los motivos es el auge del turismo, ya que la ciudad olívica lidera el aumento turístico en Galicia y está situada entre las urbes que más crecen a nivel nacional (ganó 100.0000 huéspedes en dos años). Además, atractivos como las islas Cíes y el Camino Portugués hicieron que se registraran cifras positivas de ocupación. La media gallega es de 340 estancias por kilómetro cuadrado y en Vigo y alrededores esta cifra es de 898.

Más de una decena de locales abrieron recientemente en el centro (el más antiguo funciona desde hace tres años) y sus responsables destacan que escogieron la zona por la afluencia de turistas y de gente en el día a día, y porque el entorno del Casco Vello "son las primeras calles de paso que visitan los turistas que llegan en los barcos".

En la calle Carral destaca Biscuits Galicia, una cafetería que comenzó su andadura apostando por sus conocidas galletas hace dos semanas. A su lado está Galletalandia, orientado a la compra a granel de los dulces de la misma marca que abrió el miércoles.

"La galletería de Doctor Cadaval se nos quedó pequeña. Escogimos este local porque está en un edificio recién restaurado y que sea de piedra tradicional gallega nos convenció", cuenta la directora de marketing, Lucía Gefaell. La responsable destaca que apuestan por todo lo gallego y prueba de ello es parte del Camino Portugués plasmado en una pared o lámparas en forma de pandereta. En la misma calle, destaca Vaidhé, una tienda de productos de diseño que funciona desde hace dos años y medio. El local fue una tienda desde 2008 hasta 2012 y en 2015 una floristería.

En Porta do Sol, la renovación también es llamativa, ya que el lugar de un Bancaja, la juguetería Divertilandia, un puesto de fotografía exprés y una tienda de ropa interior, está ocupado ahora por un una tienda de golosinas Fini y otra de zapatillas deportivas (que llevan unos meses abiertas), además de un negocio de pizza y una pastelería (que empezaron hace un año y medio y tres años respectivamente).

"Panna & Fragola se situó aquí porque no había competencia en pizza al corte para llevar en el centro", cuenta Patricia, una empleada. A poca distancia, en la Plaza de Compostela, también destacan algunas transformaciones como la de muebles Garabatos, que desde 2008 hasta 2015 fue una tienda de Movistar.