Los juzgados vigueses van recuperándose poco a poco de las consecuencias de una huelga que paralizó durante tres meses la actividad. Mientras que ya hay tribunales donde la normalidad vuelve a ser la tónica, otras salas y servicios tardarán más en lograr este objetivo. Y un claro ejemplo es el Registro Civil. En esta oficina el seguimiento del paro fue masivo. La atención al público durante el tiempo que se prolongó el conflicto se limitó a los servicios mínimos. Y a día de hoy, cuando ya han transcurrido más de dos meses desde que finalizó la huelga, el colapso continúa siendo grave en una de las cuestiones que competen a este servicio: el de dar respuesta a las peticiones de certificados de nacimiento, matrimonio o defunción que llegan por vía telemática a través de internet. Y es que en la actualidad hay acumuladas más de 1.700 solicitudes que todavía no pudieron ser atendidas. Y la situación se ha complicado aún más ya que esta semana, según las fuentes consultadas, no se pudo acceder al sistema para darles trámite.

Un ciudadano que necesite alguno de estos certificados puede acudir al Registro Civil, pedirlo y obtenerlo en ese mismo momento en el horario de atención al público. Pero no son pocos los que realizan el trámite de forma telemática, a través de un formulario existente en la página web del Ministerio de Justicia. Quienes optan por esta opción suelen ser principalmente personas que viven fuera de Vigo. En el caso del Registro Civil vigués, un funcionario de la plantilla de este servicio se encarga de dar trámite a todas estas peticiones. Esos certificados se envían por correo al domicilio de quien lo solicitó.

Salvo que se acreditase la urgencia de la necesidad de un certificado -por vencer plazos por ejemplo-, ninguna de estas peticiones se tramitó entre el 7 de febrero y principios de mayo, que fue cuando acabó el paro. Así que cuando el conflicto llegó a su fin, había toda una avalancha de solicitudes telemáticas por atender. El problema es que desde entonces siguieron entrando nuevas peticiones. Y la situación coincide ahora con que ya comenzaron las vacaciones del personal y con que esta semana, además, el sistema no ha permitido acceder a estas solicitudes.

"Las peticiones se fueron acumulando ya que no se les dio trámite durante la huelga; se está realizando un esfuerzo para intentar gestionar esta situación lo mejor posible; se hace lo que se puede con los medios existentes", afirman algunas fuentes consultadas. Hay expedientes sin resolver desde aproximadamente mediados de abril. A usuarios que han llamado por teléfono para quejarse por la tardanza se les aconseja, si es posible, que acudan personalmente a buscar el certificado al Registro Civil, para obtenerlo así al momento.

A este aluvión de certificados que todavía no pudieron recibir respuesta se unió que, finalizada la huelga, el Registro Civil recibió prácticamente de golpe expedientes llegados desde los juzgados -que también estuvieron parados por el paro- para realizar inscripciones o anotaciones. Muchos se remiten desde los juzgados de Familia. Ocurre por ejemplo cuando hay sentencias firmes de divorcio. Hay que anotar ese hecho. "De nada sirve un divorcio si no consta escrito. Es fundamental anotarlo para que produzca efecto legal", explican. Ocurre lo mismo con resoluciones sobre incapacidades, tutelas, de cambios de tutor... También se reciben expedientes del Juzgado de lo Mercantil en los casos de concursos personales de acreedores.

El Registro Civil es uno de los servicios donde se puso en marcha el plan de horas extras para tratar de agilizar el trabajo tras la huelga.