El centro de Vigo de PSA compartirá con el resto de plantas del grupo sus avances en exoesqueletos. La planta difundió ayer las primeras imágenes de estos dispositivos de asistencia física avanzados por FARO, que se están testando en algunos puestos bajo caja en el taller de montaje ante la atenta mirada de los técnicos del Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG) y Mutua Universal, socios de PSA en este proyecto.

Se trata de exoesqueletos pasivos -no son servoarmaduras como las que se utilizan en astilleros como los de Hyundai en Corea del Sur para levantar grandes piezas de metal, y que cuentan con una fuente de energía- que redistribuyen la tensión de mantener los brazos erguidos para colocar componentes debajo de los coches a otras zonas del cuerpo; en este caso, a las caderas, lo que contribuye a prevenir trastornos músculo-esqueléticos.

El responsable del Servicio Médico de Balaídos, el doctor José Luis Martínez-Murillo Méndez, reconoce que "lo primero que se le pide a cualquier dispositivo de este tipo es que suponga una ayuda para el usuario, facilitándole la realización de determinadas tareas, pero sin generar efectos contrarios para su confort o su salud".

Estos exoesqueletos asisten en las operaciones con brazos levantados (puestos bajo caja), transmitiendo las cargas (el propio peso de los brazos) a las caderas-piernas a través de un eje vertical que hace las veces de columna vertebral. La finalización de estos test está prevista para principios de julio y sus resultados serán compartidos con el resto de plantas del grupo.

Balaídos ha sido pionera en estos últimos años en la incorporación de nuevas tecnologías vinculadas a la industria 4.0. De hecho, cuenta con vehículos de guiado automático (AGV); cámaras de visión artificial; robots colaborativos -cobots- y ahora, los exoesqueletos.