Teresa Pedrosa reconoce que el cambio de Gobierno y, por extensión, su inminente de la Zona Franca le ha cogido por sorpresa. "Me fui a Madrid a una reunión y al regresar ya no era delegada", bromea. La todavía máxima responsable del Consorcio, que ayer ya estaba recogiendo sus cosas del despacho de Bouzas que ha ocupado durante los últimos seis años, se va con la sensación del trabajo bien hecho y aconseja a su sucesor o sucesora que siga fiel al origen de la Zona Franca: impulsar la actividad empresarial. "Quedan muchos proyectos encima de la mesa y el dinero para hacerlos. No va a tener ningún problema en ese sentido", asegura.
- ¿Su mayor éxito en estos seis años?
-Cuando tomé posesión me fijé como objetivo dejar la Zona Franca con más empresas y empleos. Es un reto cumplido. En aquel momento había en torno a 350 empresas en los distintos polígonos y 17.000 trabajadores. Hoy superamos con creces las 620 firmas con 21.000 empleos.
- ¿Fue la transformación de Balaídos su mayor proyecto?
-Balaídos fue la primera gran actuación. En una reunión con Juan Antonio Muñoz Codina, entonces director de la planta del Grupo PSA, vimos que el polígono estaba absolutamente fuera de mercado: no tenía ninguna medida de eficiencia energética, las naves estaban obsoletas, la logística era poco adecuada para los tiempos que venían? Nos sentamos para ver qué se podía hacer y planificamos una transformación muy ajustada en el tiempo porque había que pelear por los nuevos modelos. Al final lo conseguimos. Otra cosa que me impactó cuando tomé posesión fue el polígono de Porto do Molle.
- Entonces estaba vacío.
-Porto do Molle daba miedo. Tanto espacio vacío, con 40 naves construidas y solo una ocupada, por Bibus Spain; tres empresas levantando sus naves, Snop, Marine Instruments y Disna, y ningún cliente a la puerta. Dos edificios tecnológicos licitados, uno por empezar y otro con los cimientos hechos? La verdad, hoy me siento orgullosa de ver el polígono lleno en un momento en el que hay una competencia muy fuerte de Portugal. Haber localizado empresas aquí, no solo en Nigrán, sino también en el parque tecnológico y logístico de Valadares (PTL), es un éxito.
- ¿Es la Plisan una cuenta pendiente?
-La Plisan tenía 6.000 contenciosos encima. El Consorcio estaba fuera porque una sentencia lo había eliminado de la hoja de ruta. Pero conseguimos con mucho diálogo y trabajo volver al condominio, hacer la Plisan jurídicamente viable e iniciar las obras. Se pusieron en marcha todos los servicios del polígono, la urbanización de la primera fase y la licitación de la segunda.
- ¿Qué le queda en el tintero?
-Lo que más me gustaría haber hecho y no fui capaz fue el centro de innovación gastronómico. Lo había previsto en 2013?
- ¿Por qué no?
-Quizá porque no encontré los apoyos suficientes. Diseñé el proyecto; en el papel está totalmente desarrollado. Busqué ubicaciones: lo intenté con Aduanas, el Rectorado? Al final me planteé un mix entre la ETEA y la Panificadora. Creo sinceramente que el mundo gastronómico merece un impulso y espero que alguien lo lleve a cabo.
- ¿Algún fracaso?
-Hubo dificultades porque las previsiones han cambiado muchísimas veces. Teníamos ya totalmente encarrilada la ampliación del PTL y cuando se cayó el PXOM tuvimos que dar marcha atrás y empezar de nuevo. Lo mismo con el polígono de Balaídos, cuya ampliación está lista y presupuestada. Fracasó. En el PTL pudimos continuar gracias al plan de áreas empresariales de la Xunta. En Balaídos, no. En ese momento se buscaron alternativas dentro de la propia fábrica, como hacer naves casi unas encima de otras, como la Nave H?
- A lo que le ha dado prioridad ha sido a los programas de emprendimiento: VíaGalicia, BFA, etc.
-El consorcio se ha configurado como el principal ente potenciador del emprendimiento en Galicia, de la mano de la Xunta. Tenemos aceleradoras pioneras y transversales. También hemos dado un vuelco a los planes de internacionalización. La frustración ha sido no contar con el personal suficiente para acometer otros retos.
- ¿Se ha vendido algo ya de la Plisan?
-No, todavía hay que aprobar los pliegos, somos tres administraciones involucradas [Zona Franca, Puerto y Xunta] y quedan los últimos trámites.
- La segunda fase de urbanización, con parcelas de mayor tamaño, parece un traje a medida para proyectos como el de Albo.
-Sí, lo que hemos visto en estos últimos meses con los inversores que han ido a visitar la Plisan es que necesitan grandes superficies empresariales. Ahora mismo si una empresa pequeña se quiere instalar en Vigo y su área de influencia no tiene problema; pero una grande ya solo tiene una alternativa: la Plisan. No hay parcelas de 70.000-80.000 metros cuadrados.
- De qué tipo de empresas hablamos.
-Pues la mayoría del sector agroalimentario y la logística.
- Antes citó la Panificadora, ¿tienen claro ya a qué dedicarán el espacio?
-Nosotros contratamos a un equipo de expertos para que viesen cómo se pueden adaptar los espacios a los usos que queremos darle. No puede ser todo dotacional. Es necesario que tenga negocios y vida para que sea dinámico. Nuestra idea es incluir temas vinculados a la innovación, la gastronomía? Un espacio gastronómico, más allá del proyecto de centro de innovación gastronómico; compatible con distintos usos. Pero también estudiamos otras alternativas para poner en valor otros sectores como el audiovisual. Puede ser una zona que acabe de completar la transformación del Casco Vello.
- ¿Y la ETEA? El próximo rector parece que no está muy a favor del Campus do Mar.
-Pues yo estaba esperando a que tomase posesión para pedir una reunión y ver cuáles son sus previsiones. Nosotros resolvimos también ese conflicto en una parte de la ETEA, regularizamos la actuación. Hemos cedido a la Universidad el edificio Faraday y una parcela para el Campus do Mar y nos quedamos con el edificio Siemens para servicios complementarios. Trabajamos con el anterior equipo de la Universidad para no repetir servicios. Nos parece que todo lo relacionado con el mar está teniendo un auge, no solo transformación alimentaria y la pesca, sino la biotecnología, las energías marinas, etc. Creemos que se puede conseguir un centro de referencia a nivel mundial entre el CSIC, el Campus del Mar y la Zona Franca.
- ¿Cómo va la ampliación del PTL?
-Bien, gracias a la ayuda de la Xunta y la ley de áreas empresariales. Estamos en plena tramitación, estará pronto.
- -¿Sigue interesado IKEA?
-Sigue.
- ¿Algún consejo para su sucesor o sucesora?
-El consejo que le daría es que no se aparte del origen de Zona Franca, para lo que está creada, que es dinamizar el entorno empresarial. Innovación, emprendimiento, suelo, internacionalización? que no se aparte del consorcio. Quedan muchos proyectos encima de la mesa y el dinero para hacerlos. No va a tener ningún problema en ese sentido. Si se ayuda a dinamizar el mundo empresarial al final revierte en el entorno.
- Eso suena a reproche a quienes critican que Zona Franca no ha invertido en proyectos de ciudad.
-En otras épocas se hicieron plazas, calles, aceras? proyectos competencia del Concello y la Diputación. Pero el Tribunal de Cuentas ha dicho no, que este organismo tiene que hacer cosas que estén en su objeto social: o dinamizar el mundo empresarial o si hace algún convenio con alguna administración, tiene que haber un retorno.
