Una mujer que el pasado mes de agosto golpeó al vigilante del albergue municipal cuando le indicó que debía marcharse porque estaba ebria, y que también ofreció resistencia y golpeó a los agentes de la Policía Nacional que acudieron para expulsarla del centro, cambió ayer los 5 meses de prisión que pedía la Fiscalía por multas que suman 1.050 euros y una indemnización de 280 euros por las gafas que rompió al conserje del albergue.

La mujer, a quien el Ministerio Público aplicó la agravante de reincidencia y la atenuante de ebriedad, se encuentra en prisión por otros hechos violentos y maltrato a su compañero sentimental, por lo que compareció ayer en la sala de vistas del Juzgado de lo Penal 1 esposada y custodiada

Un acuerdo de conformidad con la Fiscalía evitó al celebración del juicio una vez que se confesó autora de un delito de resistencia y dos delitos leves de malos tratos. Por el primero aceptó 6 meses multa a 5 euros diarios y por los dos delitos leves un mes a 5 euros diarios por cada uno.

Los hechos tuvieron lugar sobre las 20.30 horas del 9 de agosto de 2017, según el escrito de acusación. El vigilante del albergue municipal en la calle marqués de Valterra, le indicó a la acusada que tenía que abandonar el centro pues estaba en estado de ebriedad. La mujer le propinó un puñetazo en la parte posterior de la cabeza que no consta que le produjera lesión alguna.

Más tarde, siempre según la Fiscalía, cuando una patrulla de la Policía Nacional trataba de que abandonase el lugar, la mujer propinó un bofetón en la mejilla al conserje del centro, que aunque no consta que le causase lesión alguna sí provocó que se le cayeran las gafas que portaba al suelo y se rompieran.

Finalmente los agentes lograron que la mujer saliese al exterior del albergue y se identificase con el DNI, pero mientras los policías intentaban que se fueses de allí, ella propinó a uno de los agentes un manotazo que hizo que la documentación se cayese al suelo. Cuando el policía iba a agarrarla del brazo para impedirle regresar al albergue, la mujer le dio un puñetazo en a cara interna de la muñeca, momento en el que procedieron a su detención.

Ninguno de los policías nacionales formuló denuncia contra ella y han renunciado a cualquier tipo de indemnización, al igual que el vigilante del albergue. Si tendrá que abonar la acusada los 280 euros impuestos como responsabilidad civil por los desperfectos causados en las gafas del conserje.